González habló de la competencia espacial entre EE.UU y Rusia, desde el lanzamiento del Sputnik I en 1957, cuando los rusos lanzan a la famosa perrita Laika, cuyo nombre le viene de su propia raza y no un nombre común que alguien le hubiera puesto, hasta la creación de la NASA, la llegada del hombre a la luna y el lanzamiento de los proyectos Apolo.
Una historia en la que González destacó como los primeros astronautas americanos eran pilotos de las fuerzas aéreas, a los que se les sometía a fuertes pruebas que superaban con creces: “El primer proyecto espacial para enviar al hombre a la luna se llamó Mercury, para el que los astronautas que debían participar en él eran pilotos sacados de las Escuelas de vuelo militares. Para el primer vuelo Mercury se seleccionaron 7 astronautas de los cuales al final solo quedaron seis”.
Este experto también destacó la competencia entre Rusia y EE.UU para ver quien conseguía llegar antes a la Luna, de cómo los primeros lanzamientos fueron por parte de Rusia, que después acabó retirándose de esta carrera espacial.
Otro tema importante fue la mujer en la carrera espacial, mujeres que pasaban las duras pruebas con más facilidad que los hombres pero que en los primeros años de la carrera espacial no fueron enviadas por el conservadurismo que reinaba en EE.UU.: “Así la primera mujer en viajar al espacio fue rusa, Valentina Tereshkova. En EE.UU se creó el proyecto Mercury 13, en el que se seleccionaron 13 mujeres astronauta que pasaron las pruebas con nota, pero que después no llegaron a salir al espacio”. EE.UU tardó 20 años más que Rusia en enviar una mujer al espacio.
Habló de los primeros astronautas animales como el chimpancé Ham en 1.961, de los primeros hombres astronautas como Shepard, Gagarin y entre las anécdotas, de cómo hacían sus necesidades fisiológicas en las cápsulas espaciales los primeros astronautas, de cómo eran los colectores de orina, llamados Pitochin, o de heces, de cómo los viajes espaciales duraban 90 minutos en cada órbita, de la comida que llevaban los astronautas compuestas de minerales.
Carlos González se centró finalmente en los proyectos Apolo, por ser los más importantes de la historia de la carrera espacial puesto que con el Apolo XI el hombre pisó la luna con los astronautas Aldrin, Collins y Armstrong, un hecho histórico que él siguió personalmente desde su puesto de trabajo en Robledo de Chavela, puesto que allí se encontraba una de las antenas necesarias para la comunicación entre la tierra y el espacio.
Otra anécdota de este hecho fue que el primero en pisar suelo lunar fue Armstrong y lo hizo con el pie izquierdo: “Se habían editado millones de sellos con este hecho, una edición muy costosa en la que la imagen era un astronauta pisando la luna poniendo primero el pie izquierdo. Cuando el editor se dio cuenta de que debía ser así, se presentó en la NASA diciendo que el primer astronauta que pisase la luna debía hacerlo con ese pie, para no tener que cambiar la edición y perder tanto dinero. Se lo comunicaron a los astronautas y así lo hicieron”.
Anécdotas y hechos históricos contados de primera mano por quien los vivió a través del Complejo de Comunicaciones del Espacio Profundo de la NASA ubicado en Madrid.
En la foto de arriba, el equipo de Control de Madrid celebrando la llegada del hombre a la Luna (levantando la copa a la derecha de la foto y con barba, Carlos González).
En esta foto, Jorge Onsulve atento a las explicaciones
