Quiero oírte respirar…
Abrazarte con el alma mientras duermes. Mis brazos se pierden, rodean tu cuerpo, cercan tu nuca. Exhalo la vida que tropieza contigo provocando el escalofrío. Cada centímetro de la suave y blanca piel despierta a mi paso.
Quiero oírte respirar…
Reír a carcajadas con el simple roce de tus dedos. El índice y el corazón serán las extremidades de un nuevo personaje. Caminaremos juntos en busca del tesoro escondido, observarás curioso cada uno de mis movimientos y no tendré escapatoria, me cazarás intentando sorprenderte. Jamás alcanzaré a igualar la emoción alojada en tu sonrisa.
Quiero oírte respirar….
Subir, bajar. Altas montañas no existen, ni limites que no puedas atrapar. Te sigo, de lejos, de cerca, siempre que me lo permitas. Pues no hay fantasía que no vivas conmigo, ni locura que no me hagas hacer en busca de esa nueva estrella que insistentemente tendrás que tocar.
Quiero oírte respirar….
Descifrar el mensaje que hasta tu llegada no lograba comprender. La lógica del amor, la ecuación de la inmensidad, cuantificar en besos y caricias. Tú eres el verbo que da sentido a mi historia inacabada.
Quiero oírte respirar….
Ser capaz de contar cada una de las estrellas fugaces que veas pasar. Acoger tu pequeño cuerpo entre mis adentros y no perder nunca el olor que me une a ti.
Quiero oírte respirar…
Sentir el tiempo pasar en el bajo de tus pantalones, en la longitud de tus manos asidas a las mías, en las respuestas cada vez más elaboradas, en la complejidad de tu mirada.
Quiero irte respirar…
Entender ese complicado enigma que a veces no logro descifrar. La risa sin razón aparente, el llanto repentino, la mirada absorta, las palabras sin sentido, los abrazos por sorpresa, los gritos incontrolados, las llamadas en mitad de la noche….
Quiero oírte respirar…, amor, que seas tú quien me deje marchar, para esperarte al otro lado, después de una vida conmigo, después de una vida sin mí.
