viernes. 29.03.2024

El 8 de marzo estaba convocada una huelga con motivo del Día de la Mujer, en donde se reivindicaban, entre otras cosas, el loable deseo de una equiparación salarial y el reconocimiento del papel de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad. Como todas la huelgas en cualesquiera de las sociedades civilizadas, se hacen desde la responsabilidad y, sobre todo, de la libertad. Hasta aquí todo bien.

El motivo de esta carta es denunciar el maltrato que el Ayuntamiento de Valdepeñas dio ese día a sus ciudadanos y el denigrante trato que dio, a mi modo de ver, a sus trabajadores.

Me explico: Como Director del Colegio Público Jesús Baeza tengo la obligación, entre otras cosas, de velar por la seguridad de mis alumnos y de toda la comunidad educativa, y es por ello que, habiendo observado que en un balcón que da al patio del colegio hay un bidón de grandes dimensiones que amenaza con caerse, llamé a la Policía Local para que vinieran a hablar con los propietarios del inmueble. No consiguieron localizar a dichos propietarios así que llamaron a los bomberos para que evaluaran la situación. Estos últimos no consideraron que existiera riesgo alguno. Les pedí también que avisaran a la Policía Nacional. Al considerar que el riesgo persistía me puse en contacto la Delegación de Educación y estos me aconsejaron que enviara un parte al Ayuntamiento para que tuvieran constancia, por escrito, del peligro al que estaban expuestos los niños del colegio.

bidones colegio jesus baeza 2 (Copiar)

Ese mismo día me dirijo al ayuntamiento con mi escrito y las fotografías correspondientes. Allí me recibe una empleada que me pregunta por el motivo de mi venida; le respondo que mi intención es registrar un documento, a lo que me responde que no es posible porque solo se pasarán por registros aquellos documentos que tienen como fecha de finalización el día de hoy. Pregunto si hay servicios mínimos y me dicen que sí, pero que por orden del concejal responsable de personal solo se pueden tramitar los documentos anteriores y no otros. Respondo que eso es una intolerable coacción hacia los trabajadores, asegurándome uno de los tres funcionarios presentes que eso es lo que ha ordenado el concejal. Les pregunté si esa orden se la habían comunicado por escrito y me respondieron que no. Comuniqué entonces a la empleada mi deseo de hablar con el concejal y esta, amablemente, me acompañó a su oficina, mas esta estaba vacía. Volví a insistir a los mismos funcionarios si podían dar registro a mi documento y volvieron a encogerse de hombros, asegurando que esas eran las órdenes que se les habían dado. Salí del Ayuntamiento decepcionado y con una gran sensación de impotencia.

Luego me dirigí a la oficina de correos y en dos minutos de espera y otros dos de trámites despaché varias cartas !Menos mal que allí tiene claro el  concepto de los servicios mínimos!

 ¿Tienen claro en el Ayuntamiento el concepto de legalidad? ¿Y el de libertad?

Ayuntamiento en huelga y con los servicios mínimos 'sin mínimos'