La Escuela Municipal de Música y Danza conmemora el trigésimo aniversario de su apertura. Lo hace recordando a los 2.500 alumnos que han pasado por ella en estas tres décadas y especialmente a los 70 que después han optado por la música como profesión. Alumnos y profesores, actuales y anteriores, junto a las autoridades locales, festejaron el treinta cumpleaños con un acto institucional en el Círculo La Confianza.
En él, el alcalde, Jesús Martín, recordó al edil que puso en marcha la Escuela, Esteban López Vega, y a los que después de él la han mantenido, codo con codo con los equipos docentes. Martín, en declaraciones, recordó que en 2011 el gobierno regional suprimió su financiación a este centro, que hasta entonces compartía en un 33 por ciento: un tercio la Junta, un tercio las familias de los alumnos y un tercio el Ayuntamiento. El objetivo, dijo, es recuperar a la administración regional, “que es la que tiene las competencias”.
La delegada de la Junta de Comunidades en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo, ahondó en el mensaje del alcalde. Afirmó que el gobierno del PP “cortó de raíz” la financiación a las escuelas de música. Una aportación que en dos años y medio de legislatura, el actual gobierno autonómico no ha recuperado. Según Olmedo, la prioridad ahora es recontratar a los interinos y recuperar edificios docentes que están en un estado lamentable. Fió a la próxima legislatura, el regreso a los convenios para cofinanciar las escuelas de música y danza, una vez que se cubran “necesidades más perentorias”.
ALARMA INNECESARIA
Jesús Martín habló también del reajuste en las tasas que pagan las familias de los alumnos de la escuela, de forma que las que tienen menos renta paguen menos y las de mayor poder adquisitivo paguen contribuyan un poco más. Según Martín, se ha creado una “alarma innecesaria” entre los padres, a los que ha transmitido que el coste de la escuela para el municipio es de 300.000 euros al año, que dividido por los 180 alumnos que tiene la escuela, da un coste por alumno –dijo- de 2.000 euros, de los que las familias sólo costean una tercera parte.
