Miguel Clemente es un Valdepeñero afincado en Brasil, es profesor de saxofón en la UNICAMP, una de las universidades más prestigiosas de América Latina. Recientemente, publicábamos que dará un cierto en esa universidad con su formación musical, el dúo “Sucunza”, nombre que es un homenaje a Valdepeñas. Miguel vive lejos pero lleva esta ciudad en su corazón. Con él hemos hablado sobre cómo le va Lejos de Valdepeñas.
¿Quién es Miguel Clemente?
Pues soy un valdepeñero que nació en 1.989 y que inicié mis estudios musicales de la mano de D. Antonio Ibáñez Braña. Mis primeros pasos en la música los di en la Agrupación Musical “Maestro Ibáñez” y con el paso del tiempo comencé mis estudios de saxofón en los conservatorios de Valdepeñas y Jaén, estudiando con grandes profesores como Juan Florencio Casas y Sergio Albacete. Realicé mis estudios universitarios en la Universidad de Jaén, donde hice magisterio musical y después psicopedagogía, realizando innumerables especializaciones en la área de psicología (Universidade de Lisboa), además de cursos relacionados al saxofón.
Pero también te gusta la investigación ¿Háblanos de esta faceta?
Siempre he tenido el afán de buscar e investigar algo que hizo plantearme las posibilidad de hacer estudios de post graduación, y posteriormente el doctorado en la UNICAMP, una universidad en la cual se valora mucho esta faceta.
¿Por qué vives en Brasil y en qué ciudad?
El hecho de trasladarme a Brasil fue debido a las pocas oportunidades que en 2015 había en nuestro país. Una vez que acabé mi segunda carrera, me dieron una pequeña beca de ayuda internacional que me haría estudiar durante seis meses en esta prestigiosa universidad, muy prestigiada en América Latina, apareciendo siempre en la primera o segunda posición de mejores universidades de este continente. Una vez acabados mis últimos días como “intercambista” mi deseo de continuar y la cantidad de puertas que se iban abriendo me hicieron cambiar mi rumbo y apostar fuertemente por convertirme en un estudiante investigador de esta ciudad, algo que con mucho esfuerzo y perseverancia conseguí. Vivo en Campinas una ciudad enorme situada en el interior del estado de São Paulo.
Das clases en la Universidad, cuéntanos como es el día a día en tu trabajo y si hay mucha afición a la música, sobre todo de saxo
Actualmente realizo investigaciones relacionadas con las nuevas tecnologías en la educación musical, principalmente mi punto fuerte es la captación y realización de videojuegos que permitan al alumno captar aspectos musicales como la forma musical, todo ello utilizando siempre softwares libres que hacen que todo el mundo tenga acceso a la utilización de estos programas.
Aquí la música es un poco diferente a como la conocemos en España, son otras oportunidades, otras mentalidades totalmente diferentes y también otra disciplina que hacen que tengas que ser una persona más versátil para llegar a las personas y sacar el mayor potencial de ellas.
En la actualidad imparto clases de saxofón en la escuela de música de la UNICAMP, un reto para mí ya que es de las primeras veces que estoy actuando como director, llevando a cabo todo tipo de repertorio, desde pasodobles hasta músicas y estilos totalmente brasileños que enriquecen mucho mi lado profesional, además de esto he desenvuelto un método de enseñanza de español para extranjeros que no está yendo nada mal y hace de complemento a mi investigación de pos graduación. Mis clases dentro de la UNICAMP, así como dos conservatorios privados en los cuales doy clase de forma individual, el día a día es un no parar en el cual no encuentro tiempo a veces para mucho más que trabajo y compromisos varios.
¿Qué diferencia hay entre la música brasileña y la que tú enseñas, compones o tocas?
Bueno la diferencia es muy grande pero esto al mismo tiempo es una gran ventaja, ya que aquí no es tan conocido el saxofón clásico y repertorio contemporáneo, esto hace que haya pocos profesionales en esta área lo que abre muchas puertas debido a que existen muchas iglesias, principalmente evangélicas, en las cuales se apuesta por este tipo de música. Pero actualmente toco y estreno música contemporánea, ya que existe una cultura musical muy fuerte y músicos enormemente capacitados con un oído y una capacidad de expresión asombrosa. A la hora de enseñar siempre me baso en lo que conozco, entonces, salvo pequeños matices, la metodología en mis clases es bien parecida con aquello que se imparte en Europa.
El 19 de octubre tocas en la que está considerada como la mejor Universidad de Latino América ¿Qué supone para ti?
Bueno, el proyecto dúo Sucunza fue iniciado con mi amigo, compañero y profesor Norberto Égon Osis, es sentirme en casa, es tener la capacidad de expresarme a través de mi instrumento. Actuaremos dentro de la UNICAMP, que siempre apoya, ayuda en cualquier tipo de evento de estas características. Hemos realizado varios conciertos por la geografía brasileña habiendo despertado muchos elogios, además de haber llenado siempre los lugares en los cuales hemos actuado.
En esta ocasión el concierto es más que especial ya que es 100% español y llevará al público asistente a estar en España durante sesenta minutos, vamos a interpretar arreglos de la “Danza del fuego” de Manuel de Falla hasta pasodobles como “Suspiros de España”, pasando por zarzuelas todas ellas arregladas y confeccionadas por nosotros. Además, destacar a Jailton de Oliveira, un gran compositor brasileño con el cual comencé a trabajar este año estrenando dos piezas originales para saxofón. En esta ocasión, será “El jardín de los Adarves” inspirada en la Alhambra (Granada), una pieza que transmite un aire de la cultura gitana con aire súper contemporáneo.
Eres investigador en educación musical, psicopedagogía y saxofonista ¿Qué temas has investigado sobre la educación musical, uniendo a todo ello tus otras facetas?
En mi investigación uno las tres cosas: la percepción musical con las nuevas tecnologías dentro de la educación musical permitiendo la comprensión de la música a través de visión, representada por medio de partituras no convencionales las cuales aparecen a través del juego en su forma de videojuego educativo.
¿Cuál es el rincón que más te gusta de la ciudad donde resides?
Existen lugares mágicos en los que puedes sentir la naturaleza o los pájaros cantar, a pocos kilómetros de aquí existen playas paradisiacas que te hacen sentir la paz y la tranquilidad que a veces necesitamos en nuestro interior. Más que un lugar me quedo con las personas de aquí, su capacidad para abrirme puertas y por ayudar siempre a los otros, la particularidad de las gentes de aquí hace que todo sea diferente, porque a veces las cosas con una sonrisa en el rostro son mucho más sencillas.
¿Qué echas de menos de Valdepeñas?
Lo que más echo de menos de Valdepeñas son mis padres (Miguel e Inés) y a mi hermana Alba ya que los considero como unos amigos para mí, un apoyo constante y una dedicación exhaustiva a través de la cual he llegado a donde estoy. ¡Me gustaría que un día vinieran aquí!, espero que esto se produzca dentro de poco, aunque todos los años voy al menos un mes a España.
Por otro lado, nuestra gastronomía, nuestros grandes vinos son las cosas que más se echan de menos.
¿Piensas volver a esta ciudad algún día?
La posibilidad de volver a Valdepeñas es algo muy remoto, aunque no se puede hablar de mañana debido a que “el mañana” no está escrito para nada ni nadie. En la actualidad tengo la suerte de sentirme arropado por mi pareja, Fabiana, que me apoya en todas las decisiones y junto con su familia hace que consiga sentirme como en casa aunque las distancia sean de más de 8000 kilómetros.
