viernes. 29.03.2024

Manuela Simón Fernández es Guardia Civil, natural de Torrenueva  (Ciudad Real) y coautora, junto a Manuel Sánchez, del libro “Historia de un desafío”, uno de los dos libros que relatan los años de lucha de la Guardia Civil contra ETA. Manuela ha estado recientemente en Valdepeñas porque la asociación de vecinos de la Zona Centro la ha reconocido en su acto “Mujeres con valores”. Es cabo primero de la Guardia Civil y estuvo en  la Unidad de Servicios Especiales de este Cuerpo en la lucha antiterrorista.

Con Manuela hemos hablado en Actualidad Valdepeñas sobre el libro y su trayectoria profesional

Tras muchos años de profesión y de lucha ¿Qué supone para ti este reconocimiento?

Pues un privilegio y un honor, sobre todo me ha encantado volver a Valdepeñas, donde pasé mi juventud estudiando bachillerato y COU. La verdad es que no me lo esperaba.

¿Por qué decides ser Guardia Civil?

Es algo que me gustaba desde pequeña. Mi mejor amiga Loli era hija de un Guardia Civil y me pasaba los días jugando con ella en el patio del cuartel de Torrenueva. Cuando veía a los Guardias Civiles salir me fascinaba.

En aquella época la mujer aún no se había incorporado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, fue cuando estaba cursando COU cuando me comentaron que iba a salir una Ley que permitiría a la mujer acceder a la Guardia Civil, y entonces me decidí. Terminé COU y luego fue todo rodado: salieron las pruebas físicas y aprobé, tenía 18 años, y me vi inmersa en una vorágine que era donde yo quería estar.

¿Cómo fue todo el proceso?

Pues me integré en la academia junto a 197 mujeres, allí estuvimos un año. La academia, la recuerdo muy dura, con mucha disciplina, ten en cuenta que yo era muy joven y no había salido del pueblo. Superé todo, y estando en la academia hicieron una selección para formar parte de la Unidad de Servicios Especiales, un grupo que luchaba contra ETA. Nos presentamos muchas y salimos seleccionadas 10. Imagínate mis padres el pánico que sintieron cuando les dije que iba a formar parte de un grupo que luchaba contra ETA, y que debía subir al País Vasco muy a menudo. Era la época en la que un día sí y otro no, había un asesinato.

Cuando llegué a Madrid hicimos otro curso específico para el “Grupo de apoyo operativo” en el que comenzamos el estudio de tácticas operativas y todos los conocimientos que necesita un agente encubierto para la lucha contra ETA.

Mi bautizo en la lucha antiterrorista fue la desarticulación del comando “Araba”, uno de los más sanguinarios de aquella época en la que durante la detención se produjo un tiroteo que finalizó con la muerte de dos miembros de ETA y la detención de otros dos. Por mi labor en esta acción fui la primera mujer condecorada en la Guardia Civil. Aquella época la recuerdo como que tu trabajo iniciaba las noticias muchos días, a pesar del anonimato, nuestro orgullo era inmenso. En ese grupo estuve 7 años, pero cuando me casé fue imposible compaginar todo, porque la mayor parte del tiempo lo pasabas fuera de casa en el País Vasco. En ese momento pasé a una oficina de Análisis Estratégico y seguí con la misma lucha pero, combatiendo de otra manera, ya no era en la calle., sino realizando labores de inteligencia iniciando el combate en contra de las ideas que llevan a matar. En este nuevo puesto hemos llevado el complejo político de ETA, todas las ilegalizaciones de HB y todo el entramado que tenían montado.

Escribís un libro sobre los 50 años de lucha antiterrorista ¿Cómo surge esta historia?

En 2012 mis jefes me ofrecieron colaborar en un libro que se iba a escribir sobre la historia de ETA y acepté. Lo he escrito con el jefe de la UCO, Manuel Sánchez, el honor como puedes imaginar es inmenso. Es la posibilidad de contar la Historia de la Guardia Civil, de todos los guardias civiles en la que yo no era más que una gota en el esfuerzo colectivo. No estábamos solamente nosotros dos, detrás había un equipo de guardias civiles que habían trabajado en el norte en todas las provincias del País Vasco y Navarra y, por supuesto, en Madrid, mi compañera Elena.

En una obra de estas dimensiones y con la profundidad que hemos intentado contarlo el trabajo ha sido arduo y laborioso, 5 años ha durado el proyecto, que ha sido precioso, porque se ha contado la historia de lo que vivió la Guardia Civil durante el terrorismo, lo que ha sufrido, algo que no está escrito. Y se ha hecho ahora porque ya se ha terminado con esa lacra, para que los terroristas no se adelanten y tergiversen la historia, porque tenía que escribirse, las víctimas deben tener un renglón en la historia, los españoles tendemos a olvidar muy pronto y no se puede cerrar página. No podemos olvidar esos más de 800 muertos, y queríamos que quedara reflejado en un libro, que empieza tras la Guerra Civil, continua en 1968 cuando ETA comienza a matar  y acaba en 2017 cuando “hicieron el paripé de entregar las armas”.

Tu que has luchado contra esta lacra que durante 50 años mató sin sentido ¿Cómo ves que ahora estén en las instituciones?

Te puede gustar más menos verlos ahí, pero debemos ser respetuosos con la democracia y con las leyes. Siempre que no haya lucha armada, tú puedes combatir tus ideales como quieras. Ellos han dejado la lucha armada y están en las Instituciones, no tenemos otra opción. En democracia es la sociedad la que manda. En ese aspecto no podemos hacer nada.

¿Qué contáis en el libro?

Contamos operaciones realizadas contra ETA, nuestras experiencias , el testimonio directo de algunos protagonistas y, sobre, todo describimos la historia de los 214 guardias civiles asesinados, de los cuales más de la mitad (121) eran menores de 30 años y en muchísimos casos fueron enterrados por la puerta de atrás, en el silencio y en el olvido más absoluto.

Pero en aquella época la sociedad tenía asimilado que era nuestro trabajo, para ellos éramos números no les importábamos demasiado, sin embargo, el asesinato de un político o un civil era más llamativo, más conmovedor y, además, los convertía a ellos en víctimas potenciales. No creo que la responsabilidad fuera exclusivamente de la Guardia Civil, era responsabilidad de todos, nosotros garantizábamos la seguridad de los ciudadanos y en consecuencia la sociedad también tenía la obligación de defendernos. La Guardia Civil evolucionó a fuerza de sangre, sudor y muchas lágrimas. Pasamos de tener una actuación defensiva a tomar la iniciativa contra los terroristas y finalmente hemos conseguido su derrota y la paz.

Son dos libros, en principio se hicieron cinco tomos porque iba a ser a nivel interno, para la Guardia Civil era una memoria que debía quedar escrita. Cuando lo terminamos, el Coronel señaló la necesidad de publicarla, que había que mostrarlo a la sociedad española y a la vasca, la gente tenía que conocerlo. Finalmente lo publicó Península del grupo Planeta, pero antes nos pidieron que se resumiese. Uno de los libros “Sangre, sudor y paz” está escrito por Lorenzo Silva y Gonzalo Araluce, este último también es víctima de ETA ya que su abuelo fue asesinado en 1978. En este libro se cuenta lo mismo que en “Historia de un desafío”, pero más resumido.

“Historia de un desafío” es para gente más especializada. Es un volumen más extenso, donde hay más testimonios de víctimas y de sus familiares, que son estremecedores. Mira que yo he estado luchando a pie de calle, pero poner cara a las víctimas y conocer sus tragedias es muy duro.

Hubo una época en la que el terrorismo se había convertido en algo cotidiano ¿Qué piensas de ello?

Efectivamente, todos los días mataban a algún Guardia Civil nos habíamos convertido en números. Pero cuando ves a sus familias y la tragedia que hay detrás de ellas, dices “Dios mío es que les han roto la vida por nada y para nada”. Ese es el valor añadido del libro, los testimonios recogidos directamente de las víctimas y de sus familias. Son alrededor de 120 testimonios, aunque nos hubiera gustado recoger todos, no había más tiempo.

¿Qué le pides a la sociedad en este sentido?

Que esta parte de la historia tan terrible que ha tenido España no se olvide, que los jóvenes que no han vivido esta época piensen que con la lucha armada no se puede conseguir nada y lo hemos demostrado, hemos estado 50 años sufriendo una banda terrorista que al final no ha conseguido nada. Sobre todo, que estudien historia de España, también la historia reciente. Que sepan que ha habido 860 víctimas de ETA y que no podemos olvidarlas, porque si lo hacemos las volvemos a matar de nuevo.

Manuela Simón: ‘Todas las víctimas de ETA deben tener un renglón en la historia, no...