Imagínate una tarde de estas que no sabes que hacer y decides salir a pasear por el centro de tu ciudad, con el único objetivo de disfrutar de ese paseo y que de pronto acabas en una calle o avenida llena de escaparates, te acercas para ver el colorido y la moda que se lleva o lo que tienen, puede ser cualquier tipo de establecimiento, pues eso te ayuda a relajarte.
Pero además, ayuda a la hora de elegir lo que quieres comprar cuando lo necesites. Porque hay veces que vamos de compras y miramos un escaparate, miramos otros y nada nos convence, o simplemente, compramos a lo loco o no tenemos tiempo y vamos estresados a por lo primero que se nos ocurre. Lo mejor es pasear, ver una tienda, ver otra y así hasta que encuentres lo que te gusta o lo que necesitas. Pero si a ello le añades que al final de ese paseo, con o sin compra, te sientas en una terracita, que ya apetece, y tomas un vinito o una cervecita con su tapita, y lo disfrutas, el estado de placer y relajación, lo supera todo.
Recuerdo como en mis tiempos de estudiante universitaria y tras hacer exámenes una amiga y yo nos íbamos de paseo por las calles de Madrid para ver escaparates, a veces comprábamos y otras simplemente nos empapábamos de lo que se iba a llevar en esa temporada. Era pura terapia, te relajabas, charlabas y después una cervecita. Momentos sencillos que provocan una sensación de la que hay que disfrutar.
Así es que sigue nuestro consejo, si no sabes qué hacer cuando, una mañana o una tarde estés aburrido o aburrida, si el día se te ha dado mal, estudiando o en el trabajo, sal a la calle, disfruta del buen tiempo y pasea por el centro de tu ciudad, viendo escaparates y disfrutando después de ese momento que solo es tuyo. Eso sí, si compras seguro que te sentirás mejor.