jueves. 28.03.2024

Mientras el mundo del flamenco debate de forma iracunda sobre la evolución y los límites por los que debe discurrir este arte,  la figura de Arcángel nos hizo postergar cualquier disputa o controversia de este tipo durante su concierto el pasado viernes en Valdepeñas.  La afirmación de que lo clásico y lo heterodoxo,  lo antiguo y lo moderno,  conviven en su identidad artística no resulta un tópico manido o una frase hecha para adornar el currículum,  sino que se cumple a la perfección.  Si a ello le añadimos una propuesta que no siendo nueva resultó novedosa e innovadora y su acompañamiento por los mejores socios posibles obtenemos el resultado de un espectáculo brutal que lo mismo sirvió para encandilar a los devotos como para fascinar a los noveles.

Arcángel arrancó su concierto junto a Dani de Morón cantando por soleá con la grandeza de los mejores cantaores, enlazando en la misma pieza soleares, malagueña,  abandolaos,  taranto y tangos.  Una composición, jaleada desde sus inicios, a la que fueron sumándose sobre la marcha Los Mellis y Lucía La Piñona  y que durante más  de veinte minutos dejó hechizado el patio de butacas. 

Arcángel  1 (Copiar)

Después se sucedieron cantes como la siguiriya, los fandangos, la zambra o las bulerías, en los que el cantaor onubense disfrutaba tanto como el público asistente. Pero resulta complicado analizar el concierto de forma analítica cuando Arcángel estaba rodeado de  la lujosa guitarra de Dani de Morón, más propia de un tiempo futuro, el incalculable plus que aportan a cualquier espectáculo las palmas y los coros de Los Mellis, y el vibrante baile de Lucía La Piñona. Juntos conformaron un espectáculo excepcional.

José Tomás Jiménez (Copiar)

Para acabar volvió a repetir la propuesta inicial, mezclando en esta ocasión las alegrías, con una gran variedad de bulerías y regresando de nuevo a las alegrías para rematar un recital espectacular de principio a fin.

Antes,  José Tomás Jiménez nos demostró su calidad artística como concertista exhibiendo  unas composiciones más que interesantes.  Tras la taranta inicial en solitario, el manchego interpretó alegrías, tangos,  soleá por bulerías y bulerías acompañado por la percusión de Javier Rabadán, el bajo de Álvaro Llanos y el cante de Cristina Tovar. Aunque con algún problema con el equipo de sonido,  José Tomás mostró su innegable dominio del instrumento, conjuntando técnica y musicalidad durante todo su repertorio.  

Arcángel 2 (1) (Copiar)

Arcángel, éxito rotundo en Valdepeñas