jueves. 28.03.2024

El jueves 10 de agosto se celebró una charla-debate impartida por el que os está escribiendo en el Café con Letras de nuestra localidad.

El tema de esta charla fue el futuro de los viajes a Marte. En primer lugar, y como suelo introducir estas charlas, planteo una reflexión sobre la necesidad de invertir en nuestro planeta que es la Tierra. Tenemos la obligación de cuidarla, de mimarla…pero el ser humano lleva en su ADN el espíritu de aventurero y explorador. El Universo nos brinda una oportunidad única de descubrirlo y, quien sabe, en un futuro y por necesidad colonizarlo. 

Acto seguido comencé hablando de los futuros viajes a Marte, de sus inconvenientes y del “por qué” en el 2030 es bastante improbable que el ser humano pise la superficie del planeta rojo.

Primero necesitaríamos una nave enorme para contener una tripulación mínimo de 10 astronautas. Otro problema es el factor psiclógico. El tiempo para alcanzar este planeta es enorme. Ir a Marte supone un viaje de 8-9 meses a diferencia de la Luna que tan solo realizamos la travesía en una semana y todavía no se han realizado estudios concluyentes donde una tripulación se vea sometida al estrés del aislamiento en un lugar tan lejano. En Tierra y en las estaciones espaciales sí, pero a 70 millones de kilómetros no. También deberíamos tener en cuenta otros factores con la exposición  a la elevada radiación de rayos cósmicos, al combustible posiblemente nuclear, etc.

Bueno, imaginemos que ya hemos llegado a Marte. Si la vida en la nave era problemática, una vez aterrizado en la superficie marciana no va a ser menos. El polvo marciano es de una volatilidad parecida al humo, las diferencias de temperaturas, la radiación solar, la carencia de aguan líquida y otros problemillas impide que la estancia en Marte sea de todo menos agradable.

Lo primero que deberíamos hacer es enviar numerosas misiones de robots que nos vayan preparando el terreno. Una vez se considere que el planeta es apto para colonizarlo estudiaríamos la posibilidad  de construir naves en la zona orbital terrestre o lanzaderas en la Luna para facilitar el acceso al nuestro amigo rojo.

¿Seguís pensando que dentro de trece años llegaremos a Marte? Yo me esperaría hasta el 2050-2070 para enviar la primera misión tripulada y a partir de ahí ya veremos.

La jornada finalizó con una seria de preguntas con las que se abrió un debate muy interesante.

Para despedirme me gustaría agradecer a Victoria y Nieves del Café con Letras por concederme esta maravillosa oportunidad.

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Charla sobre el futuro de los viajes a Marte.