No es lo mismo, aunque el habitual usuario de estas dos palabras no las sabe distinguir. Las aplica indistintamente como si significasen lo mismo. Pero hay que disculpárselo. Pobrecito, no sabe de filología, no es experto en semántica. Bueno, la verdad es que ni puñetera falta que le hace. No es esa su misión. No lo han puesto ahí para que nos dé lecciones en el uso adecuado de las palabras. Pone cara de colmillos afilados y se lanza al ruedo del circo romano. Es su misión. Abre la boca y sube el pan. A mí personalmente me entran temblores antes de que hable.
Rafael Hernando desempeña ese papel de chico malo que tienen todos los partidos. Esos personajes, dotados de un buen piquito, acertado o no en el aspecto semántico, digan verdad o no, -si mienten mejor-, muestre niveles éticos y políticos o no, dispuesto a decir que los pájaros nadan y los peces vuelan, sin que se les mueva un pelo. Y lo más triste, -para mí-, es que son personajes que trepan, que cuentan con el apoyo incondicional de los aparatos. Son piezas necesarias para el eficaz funcionamiento de la máquina. Los necesitan. Lo demás les importa un carajo.
Por un día, y haciendo un ejercicio de abstracción, me voy a poner en el lugar que desempeña un corresponsal de un importante periódico extranjero. Es miércoles. Toca sesión de control al Gobierno. ¿Para qué? Si ya sabemos de antemano que se van a dedicar a negar lo evidente. Que su respuesta va a ser que estos chicos de la oposición sólo saben montar un circo.
Yo creo que el circo lo montan los que sumidos en corrupción hasta el cuello, tienen el atrevimiento de pedir que más valdría y se unieran a la lucha contra la corrupción que ellos están librando. ¿Circo o teatrillo? ¿Qué pensará el corresponsal y qué escribirá en su periódico cuando la oposición pide explicaciones por el funcionamiento clientelar de la fiscalía, y se encuentran con la contestación de que funciona a la perfección y con absoluta independencia? ¡La Marca España!
¿Cómo es posible que se atrevan a sacar pecho con lo que está lloviendo? Muy sencillo. Se han encontrado con una oposición a la medida de sus debilidades. El portavoz y los dirigentes del PP darán palmas con las orejas, al ver una oposición ensimismada en montar su propio circo, sus propios conflictos, sus luchas por encontrar una senda que no encuentran. Es un circo lamentable.