Es la mejor fórmula, mientras los politólogos no nos digan otra cosa. La ausencia de debate enmascara la realidad. No debe dar miedo el debate. Todo lo contrario. Los partidos están obligados a abrir debates para encontrar fórmulas que se encaminen a resolver los problemas más acuciantes. Lo contrario que hacen algunos: esperar a que el tiempo apague los fogonazos, sin involucrarse lo más mínimo. Con el involucionismo no se arregla nada; con las estrategias encaminadas a desprestigiar al otro, menos; y con los enfrentamientos menos aún. Trabajar, pensar, y abrir debates para que la sociedad se sienta participativa.
Según Darwin, en el origen de las especies, “El resultado final es que todo ser tiende a perfeccionarse cada vez más en relación a sus condiciones. Este perfeccionamiento conduce inevitablemente al progreso”. Eso significa algo tan sencillo como que parados no avanzamos. La involución, el conservadurismo, y solo centrarse en que nada cambie no hace progresar a una sociedad avanzada. Y si no avanza, no es que se quede como está. No. Es que como los demás avanzan lo que hace es retroceder.
Un sector dominante en el PSOE, estuvo convencido en su día de que era mejor quedarse en la oposición; dejar que el PP gobernara y tratar de cambiar la situación tomando iniciativas en el Congreso. Podemos y Ciudadanos han repetido hasta la saciedad que con los números actuales se iba a gobernar desde el Congreso de los Diputados y no desde la Moncloa. Yo no veo que se haya hecho realidad nada de esos propósitos. Ha quedado en eso, en buenos propósitos. Lo que veo es que las políticas neoliberales de la derecha siguen marcando la pauta.
El PSOE dejó gobernar al PP para tomar iniciativas desde la oposición, y Pedro Sánchez arrasó en las primarias con un claro mensaje de izquierdas. Desde entonces nada de eso se está viendo. Como el PSOE no tome las riendas; como no tome la iniciativa en el Congreso de los Diputados; como no sea capaz de sentar a todos los decididos a progresar; como no abra un debate público para hacer frente a todo lo que nos ha traído la derecha, confabulada con el poder financiero, tendremos conservadurismo e involucionismo neoliberal hasta el “día del juicio final”.