jueves. 28.03.2024

Guerra y Batalla

El conflicto catalán no es una batalla, es una auténtica guerra que viene de muchos años; una guerra de la que no vemos su final porque no hay conciencia de afrontarla en sus justos términos. No la vemos, o no la queremos ver. Es un problema mucho más complejo de lo que algunos quieren hacernos ver. Y cada vez se complicará más porque no hay voluntad política de acabar con él. Se ha utilizado, por parte de ambos contendientes como arma arrojadiza para espurios intereses.

Lo que estamos viendo desde hace relativamente poco tiempo, es una batalla de esa guerra, una parte, puntual. Una batalla que nos está impidiendo ver la guerra en toda su amplitud. No, señores del PP, no canten victoria, no han ganado la guerra, están ganando la batalla haciendo trampas en el solitario. Están ganando la batalla porque usan un arma invencible: “La Ley”. Los otros, los de Puigdemont y compañía, han cometido el atrevimiento de saltarse las leyes, para lograr sus objetivos. Les han tendido a Vds. la alfombra roja, para que exhiban el éxito, y caigan en la trampa.

Vds. señores del PP: No han triunfado. Han ganado esta batalla, que la hubiesen ganado igual, hagan lo que hagan. Los otros se han dejado ganar la batalla, porque sus objetivos están más en la guerra que en la batalla. Y la guerra la están ganando de momento. Están consiguiendo lo que en el fondo quieren: lograr cada vez más adeptos a su causa. Y ahí está el verdadero problema. Es un problema de convivencia, de valores identitarios, de solidaridad, de cohesión, de falta de entendimiento entre dos sectores que se han hecho irreconciliables.

¿Y qué ha hecho el sector españolista? Nada. Todo lo contrario fomentar más la desafección. ¡Qué los otros no han hecho tampoco nada por la labor! Por supuesto. No han hecho nada ninguno de los dos bandos en litigio. Pero dejando aparte a los patrioteros de uno y otro bando, tenemos que atender a los españoles que deseamos una buena relación con los catalanes, y a los catalanes que no están en la locura independentista, y que hoy son mayoría. Hoy son mayoría, pero los otros van en aumento. ¡Cuidado! El problema no es Puigdemont; el problema es que hace un cuarto de hora había un 17 % de independentistas, y hoy están en torno al 47 %.

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