¿Quién es Antonio Maldonado Muñoz?
Soy un hombre de pueblo, Villamanrique. Llevo viviendo cuatro años en Madrid donde sobrevivo como tantas personas. Me gusta todo lo relacionado con la cultura y la naturaleza por su importancia.
¿Qué es “Cementerio de Barcos” y con qué se va a encontrar el lector?
Es un libro formado por cuatro capítulos donde se habla de la muerte, elementos mitificados, la sociedad y el amor. Es bastante emotivo. Quienes lo abran podrán recordar a sus ausentes, reflexionar sobre la vida y alguno de sus aspectos cotidianos o identificarse en algunos versos.
¿Por qué ese título?
Me pareció muy poético. Todas las experiencias que vivimos, y las sensaciones que nos producen, no mueren. Quedan guardadas como si se hundiesen en el agua. Allí se desintegran algunas, otras las sacamos a flote cuando es necesario o emergen de forma involuntaria.
Ya lo has presentado en Madrid ¿Por qué ahora en Valdepeñas?
Porque Valdepeñas es el centro cultural de la comarca. El año pasado recité en un festival que organizó Juana Marín en “Café con letras” y me ha parecido buena idea volver.
Como todo buen poeta que se precie supongo que la presentación conllevará todo un ritual ¿Cuál utilizarás tú para encandilar, por decirlo de alguna manera, a los que asistan?
Los versos saldrán del papel para tener una nueva dimensión, después volverán a hundirse hasta que alguien les quiera dar una nueva vida. Prometo un rato agradable.
¿Por qué la poesía y no la narrativa?
Es una pregunta que me formulan demasiado y creo que menosprecia a la lírica. En mi caso, escribir poesía se adapta mejor a mi ritmo de vida ya que hasta se puede hacer por la calle. Para la narrativa se requiere mucho más tiempo.
Dicen que la poesía es para minorías, pero si ahondamos un poco en la vida de cada uno de nosotros seguro que en más de una ocasión nos pillan con un libro de poesía, porque el alma también la necesita ¿Qué piensas de este cliché poesía=minorías?
Es cierto que la poesía es un género minoritario pero hay que tener cuidado con los clichés por la ignorancia que encierran. Conozco a gente que no suele leerla pero ha ido a recitales y se ha divertido o entretenido. Ahora está en auge, la gente acude a recitales de la misma manera que va a ver monólogos u obras de teatro. Las redes sociales también influyen en que la poesía tenga mayor alcance e incluso han cambiado la forma de leerla.
¿Cuál es tu próximo proyecto y para cuándo?
Tengo varios proyectos comenzados, será el que antes madure. De momento, el más avanzado es otro libro de poesía titulado “Las fronteras de un apátrida”. Espero tardar menos de cinco años como ha ocurrido con “El paseo del cancerbero” y “Cementerio de barcos”.
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