viernes. 29.03.2024

Carmen Maroto es una bailaora nacida en Valdepeñas que actualmente acompaña a Cristino Quintana y Alejandro Conde en sus galas. Recientemente, bailó en la Gala “Copla y Flamenco” que organizó la Asociación Cultural Flamenca “La Soleá” a beneficio de Cruz Roja. Lleva bailando desde los 4 años y en Actualidad Valdepeñas hemos hablado con ella para conocerla más de cerca.

¿Cuántos años llevas bailando?

Unos 25 años, aproximadamente. Nací en el seno de una familia humilde y trabajadora y con las canciones de Rafael Farina, Rocío Jurado y todos los artistas del mundo del flamenco que a mis padres les gustaban. Con 4 años me apuntan a clases de rumbas y sevillanas con Poli Bellón y con 6 años, cuando ven que tengo potencial me llevan a la academia de Mª Luisa Labrador. Sin embargo, con 8 años mi madre decide quitarme del baile porque ese año hago la comunión y, como no sobraba el dinero en casa, prefiere pagar el vestido antes que las clases de flamenco y el vestido de baile, a lo que Mª Luisa se opuso y le estaré siempre agradecida, porque palabras textuales de ella: “la niña vale para esto y es una pena que no siga bailando. La traes  y ya me pagarás el recibo cuando puedas” y seguí yendo a clases de baile durante un año sin pagar.  Cuando las cosas se recuperaron en casa empecé a pagar de nuevo y fue pasando el tiempo hasta que con 16 años entro a formar parte del grupo de baile “Empotros Flamencos”, dirigido por el guitarrista Valdepeñero Cristino Quintana, con el que nos movemos por diferentes pueblos de Ciudad Real y diferentes fincas privadas de la zona actuando para numerosas personalidades públicas y altezas reales, tanto españolas como extranjeras.

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Sigo creciendo y mis estudios de administrativo ocupan la mayor parte de mi tiempo, pero el poco  que me queda lo dedico a seguir formándome en el baile, ya que Mª Luisa se jubila y cierra la academia. Es entonces cuando me voy a Madrid los fines de semana durante 4 meses.

Actualmente acompañas a Cristo Quintana y Alejandro Conde ¿Háblanos de ellos?

Pues mira, con 25 años me llama Cristino Quintana y me comenta que Alejando Conde necesita una bailaora. Desde ese momento empiezo a acompañarle en sus actuaciones hasta el día de hoy, donde se ha forjado más que una amistad. Alejandro es un gran artista, gran amigo y gran compañero, insuperable. Bailar a su lado es especial, es tan fácil interpretar sus canciones. Qué bonito es actuar con él. Desde aquí le brindo mi pequeño homenaje a Alejandro Conde. Ole tú, Maestro.

En la actualidad sigo recibiendo clases de diferente profesores de la provincia porque siempre es bueno reciclarse y aprender de los profesionales del mundo del flamenco, eso sí, compaginándolo con mi trabajo de administrativo y mi vida personal con mi marido a quién le doy las gracias por animarme siempre a seguir bailando.

Quisiera hacer mención especial a mis padres, porque sin ellos yo no estaría aquí. Me encanta ver la cara de satisfacción de mi madre cuando me ve bailar y de mi padre, que ya no está, la fuerza que recibo desde allí arriba.

¿Por qué te decidiste a ser bailaora y no cualquier otro tipo de disciplina en la danza?

Porque crecí con el cante flamenco en casa y mis padres no paraban de entonar esta música. Me encanta el flamenco, sobre todo el que se puede bailar. Durante un tiempo hice ballet y con todos mis respetos hacía los bailarines, porque es durísimo, lo dejé porque no me llenaba.

¿Cómo te definirías como bailaora?  

Pasional, me gusta sentir la música, interpretar las letras de cada canción.

El pasado 19 de mayo participaste en la gala organizada por la Asociación Flamenca “La Soleá” a beneficio de Cruz Roja, no es la primera vez que lo hacer pero ¿Qué supone para ti subirte a un escenario ante tanta gente, en tu ciudad y darlo todo?

Como bien dices no es la primera vez que me subo a un escenario, pero hacerlo en casa, como los jugadores de fútbol, es una gran responsabilidad y tengo que reconocer que me sigo poniendo nerviosa y más cuando sales sola a bailar ante tanta gente y sin músicos que te arropen, pero una vez preparada en el escenario y cuando oigo los primeros acordes de la canción todo ese nerviosismo desaparece y la fuerza y las ganas de agradar a mi público, a mi pueblo, a mi gente, inundan mi cuerpo. Supongo que como a cualquier artista.

¿Cómo es tu momento antes de salir a escena: que piensas?

Ese momento es muy bonito, hay de todo. Si voy bien de tiempo me visto tranquila, me maquillo, repaso el baile mentalmente. Si hay compañeros en mi camerino y tocan la guitarra o cantan, calentamos un poquito, que siempre ayuda. No suelo rezar, pero sí lo dejo todo en manos de Dios y de mi padre que me ilumina desde el cielo.

Sueles acompañar a Cristino Quintana y su grupo en festivales y actuaciones ¿Qué supone esto para ti?

Me supone una gran satisfacción poder hacer lo que me gusta, pero también supone muchas horas fuera de casa entre ensayos, viajes, la propia actuación. Pero lo hago muy a gusto y feliz.

Yo te he visto en el escenario y tu cara lo dice todo, sientes lo que haces, vives intensamente la música que bailas, transmites ¿Cómo se consigue eso?

Que frase tan bonita “Tu cara lo dice todo”, me encanta. Y qué bueno lograr eso en el espectador.

Creo que lo da el tiempo, la experiencia, las horas de ensayo, el sentir la música así como las alegrías y contratiempos que tiene la vida. Bailar me trasporta sin querer a situaciones y experiencias propias.  Es un cúmulo de sentimientos que me gusta saber que lo transmito, que llego a la gente.

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¿Es difícil llegar a ser una estrella en este mundo del flamenco?

Partiendo de la base de que hay mucha gente y muy buena en este mundo, sí creo que es bastante difícil. Hoy en día ya casi lo hemos visto todo y cada vez se exige más a un artista. No basta con ser bueno en lo tuyo, tienes que ser el mejor, y eso sólo se consigue teniendo aptitudes, con buena formación, sacrificio y dinero que la formación y el vestuario cuesta mucho dinero.

¿Qué proyectos de presente y futuro tienes en cuanto al baile?

A corto y largo plazo seguir bailando con Cristino y el grupo flamenco, y por supuesto acompañar a mi gran amigo Alejandro Conde en su espectáculo de copla, y lo que vaya saliendo que sea interesante.

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Carmen Maroto Barba, una bailaora valdepeñera con mucho arte y sentimiento