Según el presidente de la asociación, Luis Miguel Ferrero, cada año montan una Cruz diferente, pero “siempre reconociendo la labor que se hacía en las casas. Hemos hecho una Cruz totalmente tradicional, según eran los cánones de escaleras, colchas… en las Cruces siempre iba lo mejor de las casas y este año hemos pretendido que se luzca todavía más, con encajes antiguos, capillas… La mayoría de las piezas son nuevas, no se han sacado nunca de las casas”.
Puede verse en esta Cruz la imagen de la Madre Cándida de San Agustín, el Sagrado Corazón, la Capilla de la Inmaculada que lleva a los pies un relicario de la Virgen Macarena… “todo promesas que nos han cedido”, aclara Ferrero.
Según dijo, montan la Cruz año tras año animados por “la tradición, por ver como la gente viene y reconoce nuestra labor, ya que no contamos nada más que con colaboración de los particulares”. También les motiva el “reconocer nuestras tradiciones y que la gente aprenda, que esto sea una cátedra de lo que es una Cruz, para que la gente la vea y quiera montarla en su casa.
Durante la inauguración de la Cruz, “Raigambre” hizo una colecta de donativos para ayudar a los afectados por el terremoto de Nepal.
