El viernes 12 de abril el Teatro Auditorio Municipal volvió a abrir sus puertas para acoger la representación de la obra de teatro ‘Paradero desconocido’. Una obra que nos traslada a la historia reciente y al nazismo y que cuenta con un reparto de populares actores como son Juanjo Artero, Juanjo Cucalón y Sara Casasnovas. Por eso, advaldepeñas ha hablado con uno de ellos, con Juanjo Cucalón.
¿En qué ambiente se desarrolla ‘Paradero desconocido’?
‘Paradero desconocido’ se desarrolla en un ambiente previo a la llegada de Hitler, entre 1932 y 1934, y del surgimiento del nazismo.
¿Qué significa para Juanjo Cucalón formar parte del reparto de esta obra?
Es un auténtico lujazo porque estar con Juanjo Artero, Sara Casasnovas y con la pianista Rosa Blanco, además de dirigido por Laia Ripoll, es un lujo. Además, la hemos preparado con mucho cariño, nos lo hemos pasado muy bien a pesar de la historia que cuenta. Y porque precisamente cuenta una parte de la historia reciente que podría volver a repetirse y no sería lo deseable.
¿Cuál es esa historia que cuenta?
La obra narra la relación epistolar entre dos amigos alemanes, uno judío y otro ario. Es la historia de amistad entre dos personas y su evolución en función de los acontecimientos que se viven en esa época en Alemania.
¿Qué elementos tiene ‘Paradero desconocido’ para atraer la atención del espectador?
Es parte de la historia reciente, tiene piano en directo, películas antiguas y unos diálogos muy ágiles porque, aunque son cartas, están teatralizadas e interrelacionadas entre los tres personajes. Es una historia muy emotiva donde ves lo que pasó y lo que puede pasar ahora.
¿Cómo es tu personaje?
Mi personaje es Max. Es judío, vive en San Francisco y tiene una galería de arte con su amigo alemán. Tienen un negocio a medias que marcha muy bien, al igual que su amistad, y que se va a ver afectado por los acontecimientos que suceden. Es un hombre soltero, entrañable y que tiene una relación muy especial con su amigo alemán.
¿Cómo está siendo la reacción del público?
Muy buena. La gente sale encantada porque remueve tanto esta función… Es muy alegre pero según va avanzando te va pegando pellizcos y hace que te preguntes lo que estamos haciendo mal y lo que estamos haciendo bien. Es una obra que dice muchas cosas por el momento que estamos viviendo.
Cambiando de tema, teniendo en cuenta la crisis económica que rodea todos los ámbitos, ¿qué ha significado el IVA cultural para el teatro?
Ha sido un hachazo, una herida gravísima y un daño irreparable a toda la cultura, no sólo al teatro. Es como cargarse la cultura. Si se fuera inteligente, habría que rectificar como han hecho en otros países. No se puede seguir con esta situación.
¿Se nota en la cantidad de público que va a ver teatro? ¿Habéis observado que va menos gente al teatro?
La gente viene a ver la función pero hay menos funciones porque no hay dinero, no hay expectativas y no hay presupuesto. Es una cuestión generalizada de una política equivocada. Pero la gente que va a ver la función sale encantada y, si pueden, van a verla. Quiero decir con esto que se lo están poniendo muy difícil a la gente el hecho de ir al teatro, al igual que a los productores para trabajar porque esto al final es una cadena.
