martes. 30.04.2024

Lo que a priori se presentaba como un cartel carente de grandes nombres, se convirtió en un espectáculo único e irrepetible gracias a unos jóvenes artistas que se postulan como los futuros líderes del flamenco en los próximos años.  Lástima que solamente trescientas cincuenta personas asistieran al teatro-auditorio municipal, y es que la crisis está pasando factura especialmente al sector cultural.

Gema Jiménez fue la encargada de abrir la velada. La cantaora jienense  ofreció con su voz dulce y repleta de fuerza  malagueña y rondeña, soleares en los que destacaron los estilos trianeros, taranta, tangos y una ramillete de fandangos que hicieron las delicias del público. Brillante como siempre el acompañamiento de Antonio Carrión que desde hace algunos años es fijo en la programación de la asociación flamenca Virgen de la Cabeza.

La actuación de Richard Gutiérrez fue simplemente admirable. Con tan solo veinte años recién cumplidos, el bailaor cordobés tiene un futuro prometedor. Sus progresos técnicos conjuntados con la raza, la fuerza y la estética que muestra lo convierten en un artista privilegiado. Sus bailes por alegrías y soleá, con sus correspondientes cierres por bulerías, mostraron  la continua progresión de un artista que causó sensación en nuestra ciudad, de tal modo que su actuación fue vitoreada continuamente. Sobresaliente también su cuadro flamenco compuesto por la guitarra exquisita de Niño Seve, el cante de Bernardo Miranda y las palmas de su hermana, y también bailaora, Clara.

Raúl Micó se presentó en Valdepeñas como un artista semidesconocido y, junto a Richard Gutiérrez, se convirtió en el otro gran triunfador de la noche. Acompañado por la sonanta de Alberto Lucena,  que supuso el contrapunto ideal para el cante del alicantino, Micó comenzó cantando por tientos y tangos arrancando los primeros  jaleos del respetable. Soleares, granaina y media granaina acompañada de forma innovadora con aires abandolaos,  y una larga serie de bulerías fueron sus siguientes cantes.  Con los fandangos, en los que rindió pleitesía a Camarón, puso fin a una actuación que impactó para bien en los oídos de los oyentes.

Como punto final vivimos un fin de fiesta con todos los artistas en el escenario  en el que se sucedieron el cante, el toque y el baile en lo que supuso  el broche de oro para una noche que, de nuevo, volverá a quedar en el recuerdo de los fieles aficionados que dieron el merecido calor que los artistas demandaban.

Nuevo éxito cosechado en el XXXIII Festival Nacional de Arte Flamenco 'Ciudad del Vino'