La entrada a esta exposición es una puerta abierta a su estudio donde no tiene pudor a enseñarnos sus obsesiones. El hábitat. Tanto el interior como el exterior. La referencia a los lienzos de las paredes de las habitaciones, incrustados en las estructuras de madera (palés) como queriendo retenerlos para la memoria, rozando el más puro neoplasticismo.
La muestra nos lleva a espacios reales, llenos de luz y color, que sirven como excusa para tratar de elevar por medio de la meditación y el proceso artesanal el placer de contemplar algo tan simple como la unión de diferentes planos.