A lo largo de esta actividad, que ha tenido como protagonistas a los cuentos ya que son “una herramienta educativa y un método fantástico que nos permite acercarnos a los niños y enseñarles desde su propia perspectiva o universo” , los niños han realizado diferentes posturas de yoga o ‘axanas’, algunas más fieles a las explicaciones de la profesora que otras, pero, como la propia Ana Isabel Delgado ha señalado, “no hay una forma rígida de hacer las posturas y es bueno que los chicos desarrollen todo lo que quieran y más”.
Entre alguno de los beneficios que esta actividad ha aportado a los participantes, según ha explicado Delgado, están el aumento de la seguridad y de la autoestima, la mejora de la respiración, la de destreza, de la concentración, de la atención, de la visualización y de la capacidad de escucha.