sábado. 20.04.2024

El personaje de hoy no ha sido el mayor constructor de la historia del Antiguo Egipto, lo fue Snofru en la III Dinastía. Ni siquiera fue el que gobernó más años, ya que Neferkare Pepy  de la VI Dinastía reinó durante 75 años. Pero si que podemos asegurar que se trata del más mediático, con el permiso de Tutankamon.

Es verdad que vayas por donde vayas a lo largo de la geografía del actual Egipto nos podemos encontrar monumentos aparentemente construidos por Ramsés, aunque hay que decir que la gran mayoría de estos son usurpaciones perpetradas por este monarca.

Momia de Ramses

También me gustaría que comentar que fue un rey muy longevo. Tras las numerosas autopsias realizadas a la momia de este faraón, se ha podido constatar que superó los 90 años de edad. Teniendo en cuenta que la media de esperanza de vida era de 35 años, el caso de Ramsés es excepcional, aunque no único.

Hijo de Seti I, nació en Tebas en 1305 aC en plena XIX Dinastía.  Vivió su infancia  en la misma ciudad donde fue instruido junto a sus hermanos: Tebas. Al joven príncipe enseguida le llegaron noticias de Palacio para anunciarle que iba a convertirse en el futuro Señor de la dos Tierras. Contaba con 10 años.

En plena adolescencia comenzó a adentrarse en algunos de los oficios dignos de un rey. Participó en conflictos bélicos y construcción de templos.

Contrajo matrimonio con la Gran Nefertari, Esposa Real y Dueña de la Casa, títulos de gran relevancia en el País del Nilo siendo la segunda persona más importante del Egipto Antiguo. Como venía siendo habitual entre los monarcas egipcios, podían contar con varias esposas y concubinas. Se estima que tuvo del orden de 100 hijos o más.

A la edad de 24 años subió al trono de las Dos Tierras tras la muerte de su padre Seti I.

Una de las primeras medidas que tomó en el nuevo reino fue la pacificación y estabilización de todo el territorio egipcio. Confió esta política al sumo sacerdote de Amón Nebumenef, hombre de gran poder durante el reinado de Ramsés.

A partir de este momento comenzó un gran periodo constructivo en el que sobresalen la Sala Hipóstila del templo de Karnak, el Templo de Luxor, El Rameseum y otros monumentos a lo largo y ancho del valle del Nilo.

Sala Hipostila

Sobre la política exterior, cabe destacar las incursiones bélicas que durante 20 años mantuvo con el reino de Hatti gobernado por el rey Muwattali. Famosa fue la batalla de Qadesh donde según la versión egipcia fue el Egipto el vencedor de esta contienda, y la versión hittita da por vencedor al reino de Hatti. Parece ser que la realidad fue otra y quedaron en tablas como más tarde se ha podido comprobar.

Hasta aquí todo excepcional. En algunos casos podríamos decir que sobresaliente. Un país unificado y fortalecido, unas fronteras controladas, grandes monumentos por toda la geografía egipcia…pero aún nos queda dos aspectos fundamentales que sucedieron en este periodo denominado ramésida: la fundación de la nueva capital Pi Ramses en el Delta, y la construcción del archiconocido templo de Abu Simbel,

Por motivos que aún están por determinar, la nueva capital desapareció durante los siguientes siglos después de su fundación. Gracias al faraón Psusenes I, monarca del al XXI dinastía, gran parte de los monumentos de esta ciudad se trasladaron a la nueva capital Tanis ¿Os suena de algo? Este yacimiento aparece en la película de Indiana Jones en busca del Arca Perdida.

Y para finalizar, no podemos olvidarnos del gran conjunto de templos de Nubia: Abu Simbel dedicados a él mismo y a su esposa principal Nefertari. Cuatro imponentes estatuas sedentes que representan al rey seguro que impresionaron a aquellos que se adentraban por Nilo.  El lugar de su ubicación no se escogió al azar. En la misma frontera de la belicosa Nubia, impuso respeto y temor a los forasteros. Entrar en detalles de este templo merecería otro artículo. En el siguiente capítulo hablaré de este asombroso monumento.

Ramsés II el Grande. El rey más mediático del Antiguo Egipto