¿Cuántos años hace que conoces a Rosa Peñasco y qué te une a ella?
Conozco a Rosa de vista y de toda la vida, que ya es raro que no conozca a algún vecino de Valdepeñas. Sin embargo, empezamos a ser amigos a principios de los años 90, cuando los dos estudiábamos Derecho por la UNED. Fue el comienzo de una gran amistad y de una relación cervantina con la que nosotros mismos nos reímos a través de nuestros contrastes: Rosa es “Quijote”: sensible, luchadora por la justicia, creativa y nada práctica, y yo soy “Sancho”, es decir: bonachón, práctico y pícaro. Nos han pasado miles de cosas con los dos extremos y eso nos hace reír mucho.
Cuándo te dijo que ibas a ser el protagonista de su libro ¿Qué pensaste o qué le dijiste?
Hay que aclarar esto, no soy el protagonista porque Rosa ha escrito una novela coral y de más de treinta personajes. Su imaginación no tiene límites porque ha creado unos personajes divertidísimos y rarísimos y después, aun sin tener nada que ver, los ha mezclado con un arte, qué para qué, en una trama policíaca. Es verdad que de esos treinta, ha querido homenajearme, y ahí entra Santi Panza, que no es el único, sino uno más, aunque según dice Rosa, es de los más importantes, ya que es el hilo conductor porque la trama policíaca arranca con él y en cierta manera, depende de él.
Cuando me enteré, hace ya años de esto, me produjo un orgullo enorme: agradezco a la vida tener una amiga como Rosa, que es capaz de mostrarme su cariño de esta forma… ¡Me encanta!
¿Corregiste cosas o estuviste de acuerdo en todo lo que ella ponía?
Estuve de acuerdo e incluso me parecía muy divertido. Cuando empezó esto, todo el día andaba provocándola, contándole anécdotas del pueblo, de mis repartos, de las abuelas que me invitaban a desayunar, de cómo les enhebraba las agujas, y ella, partiéndose de risa, me decía: “basta Santi, lo tuyo no es para un personaje, sino para las obras completas de los episodios nacionales”. Me insistió mucho en que Santi Panza se parece en la base a mí, pero también me decía: “No te equivoques, no olvides que no eres tú, ya que tú no has recibido un paquete, no tienes que esconderlo, no tienes que ir a la bodega, no tienes que entregarlo a un periodista de Madrid”.
¿Quién eres en el libro y cómo influye tu personaje en la trama?
Pues como te decía, soy Santi Panza, un cartero manchego que evolucionará y madurará en la medida en la que también evoluciona la trama de la novela… Lo siento, pero hay que leerla: no puedo desvelar la enjundia.
¿Qué te dijeron durante la presentación del libro en Valdepeñas, en Café con Letras y en Madrid en la librería Nakama?
Como hicimos una novela viviente, la gente se rio de lo lindo cuando me vio aparecer vestido de cartero, con un paquete como en la novela que Santi Panza acababa de recibir y debía entregar a un periodista de Madrid, fue muy divertido. Café con Letras estaba lleno y todo el mundo disfrutó mucho, todavía me paran por la calle comentándomelo.
También fue genial la presentación en la librería Nakama de Madrid, en pleno Chueca y con motivo de “La noche de los libros”. Fue un éxito total, con lleno hasta la bandera, y Rosa y yo leímos juntos parte del primer capítulo, titulado “Hoy Santi Panza no puede dormir”. Disfrutamos mucho.
¿Qué sientes al ser un personaje de una novela a la que se le augura éxitos?
Soy un personaje basado o inspirado en mí y uno de los más importantes, el hilo conductor, por lo que siento orgullo y mucho agradecimiento porque no todo el mundo tiene amigos como Rosa.
Supongo que la has leído ¿Qué parte de tu personaje o qué faceta es la que más te gusta de todas las descritas por Rosa?
Me gusta cuando Santi Panza vence sus miedos y consigue ser un auténtico héroe, ya que gracias a esto, la trama se desarrolla y hasta se desenlaza. Es una historia de superación personal y eso me encanta. De hecho, comienza con tabardillos con la comida y las mujeres y después de esa evolución personal, Santi Panza no sólo vence sus miedos, sino que consigue encontrar al gran amor de su vida, y ya he contado demasiado.
¿Qué le dirías a la gente para que lean “Ángeles en el Laberinto”?
Que se van a reír, a divertir, a identificar, a aprender. Es una fantástica historia en la que los héroes dejan de serlo y los personajes denostados, se convierten en seres de luz.
