El jurado de este XXIII Certamen decidió entregar el primer premio a Arturo Prins por su obra ‘Skyscraper’, una obra enigmática realizada con acuarela y granito con un sugerente tono naif, entre metafísico y simbólico. Prins, como aliciente por haber sigo el ganador, podrá exponer sus obras de manera individual en el Museo de la Fundación.
Arturo Prins, quien ha asegurado sentirse “muy protegido y cuidado por la Fundación y por La Mancha", ha indicado que el pintor valdepeñero que da nombre a la Fundación Gregorio Prieto fue “un autor referencia en rebeldía, trasgresión y un pintor muy interesante que generó cierta vanguardia”.
Además, el ganador del certamen ha agradecido a Valdepeñas y a La Mancha su labor como potenciadores de la cultura, de la vanguardia, de la modernidad y los de pensamientos y reflexiones.
“Las artes están siendo descuidadas por este gobierno y creo que los creadores estamos en una situación muy delicada vitalmente y este tipo de premios son empujes muy fuertes para la creación”, ha concluido Prins, quien, además, ha afirmado que estuvo a punto de emigrar a Francia.
El segundo premio, “Ensayo para una Tormenta I”, está constituido por un dibujo de nubes que va acompañado de un audiovisual que relata en diferentes secuencias, siempre a través del dibujo, la evolución de una tormenta. Su autor, Pablo Fernández-Pujol, no ha podido asistir a la inauguración.
Por su parte, la presidenta de la Fundación Gregorio Prieto, Concepción García-Noblejas, ha afirmado que esta actividad es la preferida de la Fundación y que todos los trabajos que la componen “son excelentes obras”.
García-Noblejas ha puesto en valor la tarea de los artistas a la hora de plasmar sus ideas en papel, en una tela o en un soporte en blanco “combinando y equilibrándolo todo hasta que ven que está consiguiendo algo mínimamente consistente en armonía y belleza. Sus tareas se alargan y se repiten hasta que logran el equilibrio y, con ello, la perfección de sus trabajos”.
Por último, la presidenta de la Fundación ha asegurado que “nos complicamos demasiado la vida al mirar un cuadro” y ha invitado a los asistentes a volver a visitar la exposición para que de esta manera “lleguen a la conclusión de que cada autor en su obra ha conseguido belleza y armonía, algo de los que estamos necesitados”.
