El Trascacho ensaya fragmentos de “La Paz” y “Sombra y quimera de Larra”, estrenadas por este grupo en 1987 y 1989 respectivamente. En ellas, Nieva trabajó sobre textos de dos autores absolutamente distantes; el comediante Aristófanes, que escribió “La Paz” en el año 421 antes de Cristo, y el dramaturgo romántico y periodista Mariano José de Larra. Uno y otro, con más de dos mil años de distancia, coincidieron en practicar la crítica social en sus obras teatrales. Francisco Nieva, en su “celebración grotesca sobre Aristófanes”, pone en la picota a los “levantiscos guerreadores” y hace de cada personaje, una caricatura. Veremos en escena a la encarnación de La Guerra, a su escudero Tumulto y al pacifista Trigeo que asciende a los cielos para reclamar la paz a los Dioses.
En “Sombra y quimera de Larra”, Nieva juega al “teatro en el teatro”. Construye una segunda trama con los actores que ponen en escena la comedia “No más mostrador”, destinada a subrayar el perfil de uno de los románticos españoles por excelencia. Veremos al propio Larra, encarnado en uno de sus personajes, en un conmovedor monólogo localizado en un cementerio.
Los actores que podrán en escena ambas secuencias son los mismos que las representaron hace tres décadas ya.