viernes. 29.03.2024
CULTURA

Víctor Ullate: “‘El Amor Brujo’ es una obra que al público le fascina y de la que sale encantado”

El Víctor Ullate Ballet ofrecerá este viernes, 11 de marzo, a las 21,00 horas en el Teatro Auditorio de Valdepeñas, su espectáculo 'El amor brujo'. Por ello, en Advaldepeñas lo hemos entrevistado para que nos cuente qué se va a poder ver sobre el escenario y nos hable sobre su carrera profesional que siempre ha estado ligada al baile. 

Víctor Ullate
Víctor Ullate

¿Qué va a poder ver el público de Valdepeñas este viernes sobre el escenario?

Un ‘Amor Brujo’ muy embrujao, con mucho duende, mucha pasión, mucho amor, odio, celos, etc. Es una versión que yo he actualizado de la que hice en su día, actualizándola al ahora, es decir, a las técnicas nuevas que quería hacer y la verdad es que hay sido todo un éxito.

¿Qué tal está siendo la acogida del público en otras ciudades?

Maravillosa. No tengo palabras para describirlo. Estuvimos en la Opera de Vichy y todo el mundo se puso en pie aplaudiendo al unísono. En París, que hemos estado hace poco, también. El público parisino flipó con nuestra versión, una versión muy española, actual y con mucha fantasía. Y en España muy bien también. La verdad que genial.

¿Qué tiene esta versión de ‘El Amor Brujo’ que no tenía aquella de 1994  estrenada en la Maestranza de Sevilla?

En esta toma mucho protagonismo la pitonisa al igual que todas las partes de amor de Carmelo y Candela, que tienen toda la coreografía nueva. También está la parte del más allá con la que utilizo música de ‘In Slaughter Natives' que hacen que con su música te metas y te integres mucho más en ese mundo de maldad. En ese mundo hay ángeles negros y uno de ellos, José, se convierte en una especie de Lucifer. Además, también hay vampiras y murciélagos.

En esta historia, Candela va buscando a su marido pero se da cuenta de que es un ser malvado y baila la danza del fuego para quitarse de alguna manera, digamos, ‘el muerto de en medio’. Ahí su amiga Lucía se ofrece a llevárselo con ella y engañan al espectro.  

Finalmente, Lucía se marcha con el espectro para que Candela pueda consumir el amor que tiene por su Carmelo, su amor de infancia.

Es una obra muy bonita y preciosa donde todo pasa en un sueño, un sueño que al público le fascina y del que sale encantado porque es como una historia irreal que la estás viendo y dices ‘¡Qué maravilla!’.

La obra tiene un equipo de bailarines maravillosos y los solistas son extraordinarios. En los solitas tienes a Marlen Fuerte, que hace de Candela y que es espectacular porque no hay otra igual. Luego también está Leyre Castresana  que hace de pitonisa, Josue Ullate que hace de Carmelo, que hace una pareja perfecta con Marlen Fuerte, Ksenia Abbazova que hace el papel de Lucía y Cristian Oliveri como José. La verdad es que tenemos un cuerpo de baile genial. Esa siempre ha sido nuestra fuerza y por eso hemos perdurado tanto tiempo ya que la calidad de la compañía es única.

Como dicen cuando salimos fuera: ‘Es que Ullate tiene nada más que primeras figuras de la danza’. No hay un cuerpo de baile, son todos unos figuras.

¿Cuándo y por qué se anima Víctor Ullate a crear la compañía?

A mí me cesaron del Ballet Nacional súbitamente y volví otra vez a bailar, pero dije que mi labor estaba en mi país para formar escuela. No había Escuela en España como sí las puede haber en América, en Francia, en Italia o en Rusia. De esta Escuela salieron bailarines que hoy están triunfando por el mundo como Lucía Lacarra, Joaquín de Luz, Tamara Rojo o Carlos Pinillos.

En aquel entonces la persona que me cesó, que fue José Manuel Garrido, me invitó a un intercambio cultural con China y se preocupó y me ayudó a que formase un grupo con una ayuda del Ministerio muy pequeña pero que me permitió empezar un grupo que se convirtió en una gran compañía que sigue triunfando por el mundo.

Además de la compañía, tienes la Fundación para la Danza ‘Víctor Ullate’. Cuéntanos algo sobre ella.

Es una fundación que me ha dado mucha alegría y muchos resultados. De esta fundación han salido muchos bailarines que forman parte de la compañía hoy en día. La Fundación ayuda a niños sin recursos y a familias que no pueden ofrecer una carrera a sus hijos dando becas a esos niños que quieren ser bailarines.

Actualmente tenemos unos 40 alumnos y la Fundación está abierta a que la gente apadrine a un niño para que pueda continuar su carrera como bailarín. Fíjate que satisfacción supondría para una familia ayudar a un niño y que ese niño el día de mañana llegue a ser un figura.

Cambiando de tema, ¿cuándo surge tu amor por el baile?

Yo ya nací con ello. Mi predisposición estaba para el baile. De hecho siempre he vivido pensando en mi baile, en la música y en la danza. Siempre me ha gustado bailar. He tenido unos padres que siempre me han apoyado muchísimo. Mi padre siempre me llevaba a ver todo lo que pasaba por Zaragoza y yo me convertí en un chiquillo que amaba la danza porque mis padres me hicieron amar la danza.

Empecé bailando jota, luego flamenco y cuando me llevaron a la Escuela de María de Ávila me convertí en un bailarín clásico. De ahí pasé a la compañía de Antonio Ruiz Soler, y a partir de ahí inicié mi carrera profesional en el Ballet Siglo XX bajo la dirección de Maurice Béjart, en el que permanecí durante 14 años. Luego el gobierno español me encargó la creación del Ballet Nacional y con mi cese, porque tenían que quitar todo lo que había hecho Suárez, me vi que tenía que volver a bailar o dedicarme a otra cosa y preferí venirme a España y hacer un trabajo muy serio.

A parte de bailarín que fuiste, también eres maestro y coreógrafo, ¿con cuál de estas facetas te quedas y por qué?

Con la de bailarín, aunque quisiera bailar, es imposible porque no tengo edad ni la dinámica para bailar. Eso es una cosa pasada con la que yo disfruté muchísimo.

Luego, como maestro, he hecho bailarines a mi gusto y semejanza y como coreógrafo ha sido muy fácil coreografiar con esa gente que yo he formado. Yo creo que la enseñanza es un éxito a largo plazo y la coreografía es a corto plazo porque en dos meses puedes tener un ballet hecho, depende de la duración también.

Lo que menos me ha gustado de todo esto ha sido la parte empresarial. El ser empresario y el dirigir mi compañía nunca lo he llevado bien y por eso cuando tuve mis dos infartos en el 2001 cogió el relevo Eduardo Lao. Él ha sido uno de los grandes bailarines que he tenido en la compañía y no quiso salir fuera para quedarse con su maestro, es decir, conmigo porque quería seguir con mi trabajo para que perdurara en el tiempo. Es un excelente director que lleva al dedillo y es un tío muy profesional y por eso la compañía sigue teniendo ese éxito o más.

Por último, ¿cómo crees que está la situación de la danza en España actualmente y cuáles son los principales problemas con los que se encuentra?

El país está sin gobierno y está muy inestable. La danza es un arte que en España está muy olvidado. No es una necesidad y es un arte que a los políticos les despierta menos interés que, por ejemplo, la música. No somos un país que le interese mucho la cultura pero sí que nos gusta el fútbol. No se habla nada más que de fútbol. Yo he viajo mucho y en un pueblo de las faldas del Himalaya un pastorcito nos preguntó que de dónde éramos y le dijimos que de España y dijo: ‘Barça, barça’. Es un poco triste que solo nos conozcan por el Barça, por el Real Madrid o por el Atlético de Madrid.

Yo tengo mucha esperanza y mucho entusiasmo con Cristina Cifuentes porque es una mujer extraordinaria, sensible, que le gusta el arte y eso hace que yo tenga ganas de seguir. Cuando perteneces a una entidad como la Comunidad de Madrid el hecho de tener una persona tan importante en la política que le interese la danza te llena de esperanza y te hace seguir.

Ella, desde que es presidenta, ha visto ‘El amor Brujo’ y ‘Samsara’ y con los dos quedó fascinada. Yo sé que nos apoya y es muy bueno tener a Cristina y a todo su equipo a nuestro lado.

amor-brujo7@stephenmartinez (Copiar)amor-brujo5@stephenmartinez (Copiar)

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