Llegamos a la escuela y todos están sentados en el suelo esperando para contarnos lo que aprenden en Broadway Jr. En este grupo hay 16 alumnos y no ha faltado ninguno. Pero en la escuela hay más grupos de todas las edades, incluso este año hay, como novedad, un grupo de adolescentes en el que hay 12 alumnos.
Para María, Laura, Beltrán, Irene, Zara, Miguel, Miriam, Eva, Elisa, Alba, Marta, Lucía, Eva, Miguel, Silvia, Iyan, todos coinciden en que les encanta el teatro y que en Broadway Jr se lo pasan genial. Algunos dicen, como Beltrán, que está ahí porque “mis padres dicen que soy muy teatrero y es verdad”, o como Irene que lleva haciendo teatro desde los 3 años, o Eva que dice que “es mi pasión”, o Elisa que cuenta que además de gustarle el teatro y la música, le encanta conocer gente, o Alba que tiene claro que de mayor quiere ser actriz, aunque también le gustaría ser Política, o Silvia que se aburría haciendo otro tipo de actividades y al final descubrió que con el teatro no se aburre. Respuestas que dicen mucho de cada uno de ellos pero que en general lo que demuestra es que todos están en Broadway Jr porque les encanta la interpretación. Consideran que sus profesores, Gabriel y Nuria, son muy buenos y simpáticos, pero también que saben mucho de teatro, y es cierto porque llevan toda una vida dedicados a este mundo.
Gabriel Sánchez García-Pardo, es el profesor y cuenta que el teatro se presta a conocer gente: “Hay niños que vienen por sus relaciones personales, para soltarse y quitarse la vergüenza. El teatro les aporta muchas cosas buenas a nivel social, físico y m
ental”.
Las clases comienzan con ejercicio físico, con calentamiento, como en cualquier clase de Educación Física, después la Expresión Corporal, Vocalización, Canto, Improvisaciones… En definitiva, todo lo que necesita un actor de musicales para representar una obra. En este sentido, Gabriel añade que al tener mucho de la disciplina de la danza ayuda a modelar el cuerpo y en la actividad física.
A nivel de estudios el hecho de tener que memorizar papeles, guiones, ayuda a que cuando estudian lo tienen más fácil en ese sentido: “los niños cuando están aquí y memorizan guiones no se dan cuenta de los beneficios que están adquiriendo, lo ven cuando se ponen a estudiar cualquier materia del colegio y la facilidad con la que les entra. Esto les ayuda mucho”, explica Nuria García-Pardo, que además es profesora en un colegio.
Gabriel continua diciendo que es una gran ayuda a la hora de hablar en público: “Lo digo por experiencia, a mí me ha ayudado mucho en este sentido”
El sueño de ambos profesores es preparar a alguno de estos niños y niñas para que, el día de mañana, entren en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático), algo que ya hicieron, antes de abrir Broadway Jr, con el actor valdepeñero Manuel Moya.
Mientras hablamos con los profes, los niños escuchan atentamente lo que dicen, tienen disciplina, pero cuando les preguntamos qué piensan de quienes les enseñan, todos gritan al unísono que les encantan y se lo pasan bien con ellos.
El año pasado como final de curso representaron el musical “Alicia en el País de las Maravillas” que fue todo un éxito, y entonces eran novatos. Tanto Gabriel como Nuria nos dicen que ya están empezando a pensar cual será la siguiente obra para fin de curso, pero que ni los alumnos saben cuál será, así es que nos quedamos con la intriga y la emoción hasta que decidan darla a conocer.
Pero sí nos cuentan que para Navidad van a preparar una muestra de teatro que se basará en cuentos de Hadas: “Los alumnos aportan ideas a las historias y eso les motiva mucho. Vamos a hacer una obra con todos los grupos que será una adaptación que une a personajes de los cuentos de Hadas, donde daremos la vuelta a esos cuentos. Tendrá menos canciones y será más teatral”.
Terminamos esta maravillosa tarde entre futuros actores y sus profesores conociendo un poco más todo lo que conlleva Broadway Jr, que no solo es un Escuela de Teatro, sino que va más allá: es el sueño de muchos niños, donde se divierten, hacen amigos, se motivan, se sociabilizan, donde los alumnos han hecho de la sala de aprendizaje y ensayo su espacio, donde la imaginación y la fantasía no tiene límites, donde, en definitiva, son ellos mismos.
