Cómo cuidar la boca de mi bebé desde su nacimiento: Limpiar sus encias una vez al día, con una gasita húmeda o un dedal de silicona, es bueno aprovechar el momento del baño. En niños de un año o más usa un cepillo dental, has de usar pasta dental de 1000 ppm de flúor en cantidad de un “granito de arroz”.
Si ya le han salido sus muelas y no tiene espacios entre ellas has de empezar con el uso de la seda dental.
Recuerda que los dulces están ocultos en la dieta (galletas, papillas de cereales, zumos, patatas…).
El uso de pastas con flúor es la mejor manera de prevenir la aparición de la caries.
Cuando tu hijo aprenda a escupir empezaremos a usar pasta dental de 1000-1450 ppm de flúor según indique su odontopediatra en cantidad de un “guisante”.
El cepillo ha de estar seco, aplicaremos la pasta dental adecuada, cepillaremos todas las superficies del diente y no podemos olvidar limpiar la lengua, no ha de enjuagarse.
Si tiene sus dientes y muelas muy juntas se pasará la seda dental para limpiar correctamente la unión entre ellos.
Levanta el labio superior para llegar correctamente a la zona que está cerca de la encia (zona muy frecuente de caries en niños pequeños).
El cepillado es efectivo sólo si es realizado por un adulto, dejaremos que el niño juegue pero será el adulto quien se encargue de terminarlo, hasta que el niño adquiera madurez y destreza suficiente para realizarlo solit@.
¿Por qué hay que tratar los dientes de leche si se van a caer?
Una caries en un diente de leche puede generar dolor e infección. No queremos que nuestros hijos pasen por un “dolor de muelas”.
Si existe una infección en los dientes de leche, los definitivos que se encuentran justo debajo, se pueden ver afectados: afectación del esmalte, cambio en el camino de erupción, de posición…)
Los dientes de leche sirven para que tu hijo pueda masticar y hablar correctamente, guardar el espacio para los permanentes que los sustituirán, y además una sonrisa sana y sin ausencias dentales ayuda en el desarrollo de la autoestima del niño.
