Gran encuentro el que abría la 2ª fase de la liga madrileña de waterpolo entre el CN. Cuatro Caminos A y el CW. Valdepeñas. Este mismo partido había cerrado la 1ª fase de la temporada, y los locales se había llevado la victoria por 12 goles a 8. Pero el encuentro de este sábado tuvo un guión totalmente diferente.
El Waterpolo Valdepeñas cogió el control del encuentro desde el primer minuto. Pincho organizaba en la posición de 3 y, moviendo el balón con soltura, comenzaron a llegar las oportunidades; los visitantes buscaban del juego en estático y Nicola y Fernández fueron muy importantes abriendo huecos en las alas. En defensa, bien colocados atrás y confiando en un imponente Cifu, apenas había oportunidades para el rival. Un primer parcial de 3 a 1 y la sensación de que todo estaba controlado dejaban el partido encarrilado para los valdepeñeros.
Pero el segundo cuarto trajo todo un partido en sus 8 minutos. Una primera parte del cuarto en la que los de valdepeñas se estaban gustando, buscando el juego en boya, con buenos apoyos en los extremos, jugando a buen ritmo y creando grandes ocasiones, llegando a poner el marcador en 1-6. Y, de repente, en la segunda parte del cuarto, dejaron que el rival cogiera alas y se subiera al carro del partido cuando algunos ya pensaban que estaba todo ganado. En ataque se comenzó a hacer cosas extrañas y a perder balones; en defensa había bastante desorganización. Todo esto sumado a que los colegiados tuvieron a bien echar una mano a los de casa con algunas decisiones más que discutibles, sirvieron para que los del Cuatro Caminos aprovecharan su excelente juego en la boya y acortaran distancias, acabando el cuarto con un ajustado 5-7.
En el inicio del tercer cuarto, lo locales siguieron apretando y consiguieron el empate (7-7). Tiempo muerto visitante. Había mucho que hablar y demasiado que corregir. Se había perdido identidad. Cuando el partido estaba casi sentenciado, el nerviosismo había hecho perder el control de la situación. Pero se cogió aire y se regresó al plan inicial. Y de nuevo comenzó el partido. Pincho retomó el ritmo del encuentro y, al tempo que marcaba, comenzaron los visitantes a crear oportunidades y a tomar ventaja de nuevo. En estos minutos fueron muy importantes Ojeda, Pincho, Nandis y Alberto, quienes con su personalidad y buen juego, “mataron” el partido. Al final del tercer cuarto 8-11. Con esta ventaja fue más fácil tomar decisiones; el nerviosismo desapareció. El encuentro hacía minutos que había tornado a un partido más físico, con más pressing por parte de ambos conjuntos, dejando las boyas más desprotegidas y abriendo huecos en defensa.
