El Massey Ferguson se estrenaba en el pabellón del complejo deportivo Virgen de la Cabeza en 2013 con un solo objetivo en la mente: ganar y recuperar la línea de juego y resultados que permitan luchar hasta el final por los puestos de privilegio.
Sin embargo no iba a ser fácil. Tan sólo necesitaron dos minutos para adelantarse en el marcador los madrileños, por mediación de Alberto. Poco les iba a durar la alegría, ya que Joan, debutante en el equipo azulón con el30 ala espalda, volvía a igualar el encuentro. Pero, como ya ocurriera en los primeros compases, el AA Pilaristas volvió a ponerse por delante seis minutos más tarde. Juanito se hizo con un balón para dar ventaja a los suyos.
Tocaba volver a hacer gala de las características que representan al club valdepeñero: casta, pundonor, entrega sin límites y esfuerzo hasta la extenuación. Y precisamente así consiguieron los locales voltear el marcador. Estornell y Francisco fueron los encargados de que el conjunto de Raúl Aceña se fuera con ventaja al túnel de vestuarios. No podía tener más emoción la primera mitad: cinco goles, alternativas en el electrónico… Y un lanzamiento al palo de Joan.
Recital de los locales en la segunda mitad, a pesar de que empezaría como el primer período, con un gol visitante. Alfonso se aprovechó de un balón suelto para batir a Coro. Tras ocasiones para ambos equipos, Julito era expulsado por protestar a los colegiados. El Valdepeñas en superioridad numérica dispondría de un doble penalti que Joan estrelló contra la madera y, un minuto después, Fer logró batir a Astarloa. La forma en la que el esférico se encontró con el larguero antes de entrar no hizo más que embellecer aún más el cuarto tanto vinatero.
Pudo sentenciar el Massey Ferguson, pero tras una jugada de estrategia se volvió a igualar el marcador. Envío al segundo palo y Juste no falla: 4-4. Pero un nuevo gol llegó a los 36’ y llevó la firma de Kikillo. La exhibición azulona no concluyó ahí. Dos minutos más tarde Joan sentenció el partido con dos goles con los que sellaría su hat-trick en su estreno como azulón. Su grado de confianza era tan alto que se atrevió con un nuevo doble penalti que mandaría fuera por poco.
