Molina emprendió el viaje de Valdepeñas a La Solana en la temporada 1995/1996 y, tal y como él mismo aseguró en declaraciones a AdValdepeñas, “no me esperaba que me fueran a dar este premio y que se fueran a acordar de mí”. Es por esa razón que el valdepeñero se mostró contento y agradecido con el pueblo solanero tras recibir el reconocimiento a una vida dedicada al deporte ya que “desde el primer momento que pisé La Solana me recibieron con los brazos abiertos y me trataron como si fuera uno de ellos”.
Veintiuna temporadas dan para mucho y dejan en el recuerdo multitud de anécdotas y momentos dignos de ser contados, pero Miguel Molina destaca por encima de todos ellos el momento en el que el C.F. La Solana consiguió ascender a tercera división en la temporada 2002/2003 porque “ese año se hizo una muy buena temporada y hubo un ambiente en el vestuario increíble”.
Especial cariño también le tiene el utillero del equipo solanero a Lorenzo Navarro ‘Loren’ porque, según afirmó, “ha sido el mejor entrenador que he tenido y el que más me ha enseñado, pese a que han pasado muchos otros que también han sido muy buenos”.
En cuanto a qué jugadores han sido los mejores que han pasado por el equipo de fútbol de La Solana, Molina tiene más dudas pero destaca a Soriano, “un delantero que hizo un par de años muy buenos”, a David Peinado y a Sagra.
Respecto a su futuro más próximo en el equipo de la localidad vecina, Molina aún no sabe si seguirán contando con él y remarca que “si no me quedara en La Solana seguramente dejaría el mundo del fútbol”, en referencia a una posible vuelva al C.D. Valdepeñas.
Aún así, el valdepeñero vaticina que la próxima temporada se presenta complicada dado el nivel que va a haber en la primera autonómica preferente tras el descenso de equipos fuertes tales como el Manzanares, el Munera o el Ibañez. A ellos, también hay que sumarles, según Molina, equipos como el Miguelturreño o el Tobarra “porque se están reforzando muy bien”.
