Desde comienzos del siglo XX se ha comenzado a utilizar el mobiliario de las grandes ciudades para recrear el ambiente del interior de los hogares, todas estas decoraciones suelen reflejarse en las luces de múltiples bombillas de colores que recrean en formatos callejeros árboles de Navidad, estrellas, belenes y más.
También destacan los adornos en las ventanas y balcones de las viviendas con elementos llamativos de luces como las estrellas luminosas, Papá Noel, Los Reyes Magos, guirnaldas, etcétera. Incluso hay edificios que se iluminan para que por la noche esas luces conformen un árbol de navidad, o calles y plazas que se engalanan con tiras de luces de distintas formas y colores. Asimismo, los grandes Centros Comerciales, derrochan imaginación para estas fechas decorando sus fachadas e interiores.
Son cambios que se han venido produciendo en Navidad y que incluso han conseguido fomentar el turismo de las grandes ciudades del mundo.
Estos sistemas de iluminación han sido muy criticados debido al elevado consumo eléctrico y recursos materiales que implican un enorme gasto económico. Pero gracias a los cambios tecnológicos y a la popularización de fuentes de luz basadas en LED o diodos emisores de Luz, la tendencia ha sido la de reducir este consumo eléctrico. También existen algunas iniciativas en la que se empieza a buscar fuentes de energía alternativas para reducir ese consumo, llegando a crear productos autónomos en algunos casos: luces alimentadas por placas fotovoltaicas o combinando el uso de la red eléctrica convencional con baterías y placas solares.
Guirnaldas de luz, cortinas tipo estalactita, cortinas de luz verticales, mangueras de luz, cascadas, cielos de luz o cortinas montadas horizontalmente, redes, goteo de luz, todo ello para iluminar un tiempo de Navidad que alegra la vista. Y si a todo ello le acompaña la nieve, el paisaje no puede ser más perfecto.
Fotos de la ciudad de Málaga en Navidad, realizadas por Lourdes Sánchez del Pozo
