En esta ocasión, se exponía un peine decorado de marfil hallado en un contexto habitacional del yacimiento ibérico del Cerro de las Cabezas. El origen ultramarino de este material suntuario, sus principales vías de penetración en el interior de la Meseta y la extracción social de su hipotético propietario son preguntas que les acercaron al universo socioeconómico de nuestra protohistoria peninsular.
Por otro lado, el simbolismo de su cuidada decoración en espigas y círculos concéntricos les aproximó a una iconografía femenina universal aún presente en los iconos contemporáneos. Una reveladora reflexión que durante una hora conectó pasado y presente a través del concepto atemporal de la belleza.