Dicho tramo se ha dividido en seis etapas: las tres primeras por el Camino del Norte y las restantes por el Camino Francés; comenzando en la localidad de Baamonde y pasando luego por lugares y pueblos muy pintorescos como Sobrado los Monxes – donde hay que mencionar que dormimos en el Monasterio de Santa María de Sobrado –, Arzúa, Pedrouzo, o el conocido Monte del Gozo, para finalizar nuestra trayectoria el día 3 de julio al llegar a Santiago de Compostela y asistir a la Misa del Peregrino.
Cabe destacar, teniendo en cuenta que en Galicia suele llover a menudo, que no haya llovido ningún día y el tiempo haya sido el idóneo para esta actividad. También decir que el compañerismo y el bienestar entre todos han sido factores importantes para que dicha experiencia haya dejado al grupo con tan buen sabor de boca.
Así que, y pese a las ampollas que a la mayoría nos han acompañado, este viaje no solo ha sido una experiencia espiritual, religiosa, turística o deportiva, sino que también nos ha servido para crecer como personas e incluso encontrarnos con nosotros mismos.
