Inspirado en el poeta Francisco de Quevedo y Villegas, este nuevo establecimiento no es solo una taberna donde tomar vinos y tapas sino también un lugar de encuentros, de tertulias.
Su carta de menús comienza con Prólogo, sigue con actos y finaliza con Epílogo, todo un clásico para los amantes de la buena comida. El local dispone de dos plantas siendo la de abajo, totalmente reformada, comedor para restaurante.
En el acto de inauguración, que estuvo amenizado por música en directo con violín y contrabajo, hubo degustaciones de pintxos y caldos de la tierra.