viernes. 26.04.2024
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¿Una nueva reforma laboral? Rajoy debe antes lidiar con Europa

Parece ser que el tejido empresarial español tiene su confianza puesta en Mariano Rajoy. Según una encuesta llevada a cabo por la compañía Adecco y publicada por el diario El Mundo, el 63% de los empresarios españoles cree que la formación del nuevo gobierno en España debería ayudar a la creación de más empleos en el país, que por primera vez en seis años vio como la tasa de desempleo caía por debajo de la astronómica cifra del 20%. Un descenso, todo hay que decirlo, propulsado en gran parte por el buen verano que vivió el sector turístico nacional.

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Sin embargo, la misma encuesta mostraba otro dato que probablemente no sea tan halagador para el nuevo gobierno de Mariano Rajoy: hasta un 55% de los empresarios encuestados afirmaban que el ejecutivo popular debería emprender una modificación de la pasada reforma laboral de 2012, frente a solo un 19% que considera que no se debería cambiar y que está bien tal y como está. Un dato más que curioso, sobre todo teniendo en cuenta que dicha reforma laboral estaba orientada a contentar, sobre todo, al sector empresarial. Desde luego, cualquier partido al centro del Partido Popular y de Ciudadanos, así como los sindicatos, tienen todos ellos a la reforma laboral de febrero de 2012 en su punto de mira, pero el hecho de que tampoco los empresarios nacionales (aunque probablemente por motivos diferentes) estén satisfechos con la susodicha reforma muestra claramente el fracaso de una iniciativa que no contentó ni a unos ni a otros.

Así las cosas, según lo que muestra la reciente encuesta de Adecco, es probable que el ejecutivo de Mariano Rajoy se enfrente a futuras presiones por parte de la patronal nacional para realizar un nuevo reajuste en las condiciones laborales de los españoles, apuntando quizás a un mayor abaratamiento del despido o a una nueva precarización de algunos de los derechos laborales. Además, siempre hay que tener en cuenta que uno de los nuevos actores del parlamento y una de las patas en las que el PP es posible que busque su apoyo durante toda esta legislatura, los Ciudadanos de Albert Rivera, tienen en una nueva reforma laboral y en la implementación de su sacrosanto contrato único, una de sus medidas estrella desde que han aparecido en el panorama nacional.

Pese a esto, es probable que Mariano Rajoy, que si por algo no es conocido es por su celeridad, no aborde el tema de la reforma laboral hasta que pase un buen tiempo desde el inicio de su segunda legislatura. Si es que lo llega a hacer. Primero de todo porque la mayoría absoluta es ya un recuerdo del pasado y para aprobar una nueva reforma laboral no solo necesitaría a Ciudadanos, sino que debería buscar un apoyo en alguno de sus clásicos socios nacionalistas (algo que se antoja complicado por las tensas relaciones de los últimos cuatro años) o con un PSOE aún por definirse de aquí al futuro.

Europa acecha a Rajoy

Y no solo eso, sino que si hay un tema que tiene que centrar todas las fuerzas del nuevo ejecutivo más que el de una nueva reforma laboral, ese es el del ajuste del déficit de cara a 2017. Jean-Claude Juncker, Pierre Moscovici y demás miembros importantes de la Comisión Europea ya han dejado claro al gobierno español que necesita rebajar sus previsiones del déficit para el próximo año del 3,7% al 3,1%, lo que significa un ajuste de 5.500 millones que le gobierno sudaría tinta para realizar, sobre todo teniendo en cuenta que los presupuestos deberían ser aprobados en el parlamento.

Desde Ciudadanos, que en su pacto de investidura con el PP incluyó el tema del déficit, afirman que no se necesitarán nuevos recortes para cumplir con el objetivo del déficit. Juan Carlos Girauta, portavoz del partido naranja, afirmaba hace unos días que “recortes no va a haber, lo que va a haber es un incremento de los ingresos a través de unas medidas previstas”. Dichas medidas, serían en un principio el aumento de recaudación a través del Impuesto de Sociedades y los gravámenes al tabaco y a los hidrocarburos.

¿Se contentará Europa con estas nuevas medidas? Está por ver. Lo único que está claro es que en estos primeros días el gobierno ha contado con el beneplácito de los empresarios (tal y como muestra la encuesta de Adecco) y del sector financiero, donde el IBEX 35 está mostrando señas positivas en mercados como IG.com pese a la amenaza de las elecciones norteamericanas. Si Moscovici, Juncker y compañía aprueban las propuestas de reforma españolas, es probable que la confianza de ambos sectores se mantenga, si no, abróchense los cinturones.

¿Una nueva reforma laboral? Rajoy debe antes lidiar con Europa