Concretamente, el Gobierno repartió con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2012 algo más de 11,1 millones de euros entre todas las fuerzas sindicales, en función de su representatividad, para el desarrollo de sus actividades, según publica este miércoles el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En consecuencia, la mayor parte de esta cantidad fue a parar a los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT, con 4,4 millones y 4,1 millones de euros, respectivamente, que, sin embargo, habían recibido un año antes 6,3 millones y 6,1 millones de euros.
A continuación, las mayores subvenciones recayeron en la Unión Sindical Obrera (USO), con 396.674 euros, el sindicato de funcionarios CSI-F, con 353.897,7 euros y la central vasca ELA, con 346.847,5 euros.
Más ayudas
Además, CC OO recibió subvenciones por valor de 784.684,1 euros en concepto de participación en órganos consultivos, frente a los 1,1 millones de euros de 2011, hasta sumar unos ingresos públicos de más de 5,1 millones de euros. UGT recibió hasta 894.616,4 euros por este concepto, por debajo de los 1,2 millones de 2011, hasta sumar algo más de cinco millones de euros.
En este apartado, en el que el Gobierno repartió un total de 3,3 millones en 2012, las subvenciones también se dirigen a las organizaciones empresariales. De este modo, la CEOE se llevó la mayor parte del pastel, con más de 1,5 millones de euros, si bien estos ingresos habían alcanzado los 2,1 millones de euros en 2011.
Estas cifras reflejan el primer tijeretazo aplicado en las subvenciones que cobran los agentes sociales por el Gobierno de Mariano Rajoy para reducir el déficit público, al que hay que sumar el realizado en los Presupuestos de 2013.
Así, sólo la partida que reciben las centrales sindicales para fomentar, mediante la financiación, la realización de cualquier tipo de actividad sindical dirigida a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales de los trabajadores, se ha visto reducida nuevamente en 2013 hasta los 8,8 millones de euros.
