Chema del Fresno es un artista valdepeñero que lleva varios años diseñando el escenario de las Fiestas de la Vendimia y el Vino. Un trabajo admirado y del que él mismo se siente orgulloso. Con él hemos hablado sobre el trabajo que ha realizado en esta edición 2018 de las fiestas más esperadas del año en Valdepeñas.
Un año más realizas el diseño del escenario de las Fiestas del Vino ¿Qué te inspira a la hora de crearlo?
Si, es el tercer diseño que llevo trabajando de manera consecutiva. El de este año surgió de una idea base que me propuso nuestro alcalde, Jesús Martín, donde se descartó entre otros, algunos diseños basados en pergaminos, agendas, superficies geométricas, entre otros. Él pensó que un libro podría funcionar, por lo que basándonos en esa idea, comencé a diseñar y a llegar a la idea definitiva que hoy veis. Para este año no hubo inspiración, surgió de la manera que te cuento.
En esta edición ¿Qué significado tiene el escenario?
El diseño lleva incluido una enorme pantalla para representar lo que se quiera, de manera digital (vídeos y fotos de nuestra ciudad, escenas del país invitado, etcétera), y de esta forma personalizar el decorado con un dinamismo que nunca se ha realizado. En cuanto al significado, le hemos dado un toque más “cultural”, saliendo de los tópicos de barricas y demás elementos que recuerden al vino. Como veis es un libro totalmente abierto, que hace homenaje a que Valdepeñas en Fiestas del Vino es una ciudad abierta (como un libro abierto) a todos los valdepeñeros y público que venga de fuera, donde se muestra con multitud de actividades y un ambiente especial.
¿Cómo es el proceso de creación, desde el inicio?
Todo es más sencillo dibujando sobre papel u ordenador, donde tienes que tener conciencia de todo aquello que diseñas y pensar que lo que haces se puede fabricar sin problema, para ello tienes que tener un amplio conocimiento de materiales y conocer los oficios que intervienen para su ejecución. Una vez el diseño aprobado, reúno a cada oficio que interviene para especificar por partidas el costo de cada una de ellas y la viabilidad de su fabricación, donde siempre me dejo aconsejar por ellos para mejorar en la medida de lo posible. Una vez todo valorado y aceptado comienza el proceso de fabricación y la parte más compleja de mi oficio, donde mi labor es proporcionar a cada uno todos los planos necesarios del diseño y supervisar su fabricación y montaje para que todo salga perfecto. El equipo de profesionales que ejecutan es formidable y sin ellos nada sería posible.
¿Eres muy exigente a la hora de dar por finalizado el diseño, es decir, le das muchas vueltas hasta el final?
La verdad que no, en el interiorismo lo veo claro desde el principio, a veces se dificultan las cosas, pero una vez el diseño funciona e imagino como quedará fabricado, lo doy por zanjado. A veces, en la fabricación de ese diseño hay que alterar algo estéticamente, pero sobre la marcha se elige la mejor opción. Cuando me pongo a diseñar tengo muy claro lo que quiero desde el principio, por eso no doy demasiadas vueltas. Con la pintura me pasa exactamente lo mismo.
¿Qué te parece el nuevo logo de las Fiestas del Vino?
Personalmente me gusta, además la línea de su diseño es la que vengo yo usando en la mayoría de los logotipos que he diseñado a lo largo de mi vida. Es una línea muy plástica, básica, directa y actual. Hay cosas que yo cambiaría y personalizaría, pero no quiere decir eso que lo mejoraría. Hubo un jurado calificador para ello que lo vió como premio, y por algo sería. Ahora hay que esperar como en el decorado del escenario, la crítica del público, que es para quien realmente se muestra.
¿Cuál es la crítica más original que has recibido sobre los escenarios que has diseñado en estos años?
Las más “cachondas” las escuché con el primer diseño que realicé y mostré al ayuntamiento como una posibilidad de nuevo escenario, nadie me conocía ni nadie sabía a qué me dedicaba. En alcaldía gustó mucho esa idea rompedora y tal cual me encargaron el diseño definitivo, dirección y fabricación. Era aquel que simbolizaba unos óvalos enormes que se iban repitiendo en disminución, con una iluminación espectacular (un diseño muy contemporáneo y geométrico), en el primer diseño azules y blancos. Pues bien, escuché que si era una enorme piscina colocada verticalmente y cosas similares. La verdad que no me molesta para nada, es la opinión de la gente y hay que saber escuchar. La que no me gustó fue de aquel que me dijo que si Basile venía a inaugurar las fiestas del Vino ese año, porque decía que era el ojo de Gran Hermano, realmente no lo dijo como crítica, sino para hacer daño, pues quería tirar por la borda mi trabajo y pretendía “piratear” con el suyo haciendo competencia desleal, pues ni siquiera es decorador ni está titulado de este oficio, eso si me jodió. “Algunos infelices sólo crecen con la desdicha de otros” Chema del Fresno.
¿Cómo vive un artista como tú las Fiestas del Vino en su ciudad?
No soy demasiado “fiestero”, me va muchísimo la tranquilidad y la poca presencia humana (por eso pinto esas bodegas solitarias llenas de silencio). Aún así, aprovecho esa semana de Fiestas para bajar un poco la intensidad en el trabajo y recargar pilas, y como no, salir a tomar alguna tapita que otra. La verdad que las Fiestas del Vino de Valdepeñas son espectaculares, llenas de actividades y eventos. Estoy muy agradecido a mi ciudad, Valdepeñas, pues casi sin salir de ella puedo vivir completamente del arte a través de la pintura, el interiorismo y la ilustración.
