Según Merlo, "con la dimisión de Juan José Lozano hemos perdido a un excelente gestor que durante años ha trabajado para la Cofradía con verdadera abnegación. En estos meses, su ilusión nos ha servido de motivación para dar un nuevo impulso a la asociación. Hemos logrado la reincorporación de antiguos socios y la suma de un elevado número de nuevos cofrades, con lo que hemos rejuvenecido la edad media de la Cofradía casi veinte años. A pesar de que hemos visto reducido drásticamente nuestro presupuesto, estamos haciendo grandes esfuerzos para fijar nuevos horizontes y nuevas metas, con la misma ilusión de hace catorce años, pero de una forma más ajustada a la realidad social y económica del momento. En este sentido, hemos reducido las cuotas hasta un euro a la semana y estamos elaborando un calendario de actividades mensuales mucho más transgresor".
Según marcan los Estatutos de la Cofradía, la responsabilidad de Eduardo Merlo como vicepresidente le ha llevado a asumir la presidencia de forma interina hasta el final del mandato del que aún quedan tres años. A pesar de ello, según el propio Merlo, "mi intención, por el bien de la asociación, es celebrar elecciones en el mes de marzo, incorporando a los nuevos cofrades".
Además, señala que su principal interés "es que la actividad de la Cofradía no se frene". Por ello, desde la dimisión del anterior presidente, han celebrado su habitual aperitivo de Navidad en la Fonda de Alberto y una degustación-maridaje en el restaurante Europa. Para marzo, hay planeada una cata de vinos de Castellón.
Visita Bodegas Juan Antonio Megía e Hijos
Fruto de esta intensa actividad, el pasado sábado, la Cofradía de los Mayorales del Vino de Valdepeñas visitó las nuevas instalaciones de la bodega valdepeñera Juan Antonio Megía e Hijos, que recientemente ha ampliado su sede de la calle Magdalena. Los cofrades recorrieron además, la singular cueva de crianza donde descansan los reservas de Corcovo, una de las marcas comerciales de esta empresa familiar.
El enólogo de la bodega, Juan Antonio Megía, fue el encargado de dirigir la cata en la que se degustaron: Corcovo 24 Barricas verdejo, un vino amarillo pálido con destellos verdosos, aroma intenso de gran personalidad y boca potente, untuosa y estructurada; Corcovo Syrah, de color picota, con aromas de frutos rojos y una boca estructurada y sabrosa con un final largo y armonioso; y Corcovo Reserva Tempranillo 2007, de intenso color rojo bermellón, equlibrado, con aromas propios de una crianza de 15 meses, boca redonda, carnosa y con un persistente final.
El encuentro finalizó con una velada distendida en la que se asaron chorizos y otras viandas en el gran fuego que calentaba la estancia.
