Mi fin no es otro, que aparecer desmoñada arrastrando a mis amigas al interior, para aparecer en las noticias de las tres. Cuando suena la campana: preparadas, listas ¡ya!
Un mal paso de tacón roto, me hace caer al suelo, arrastrando a mi amiga envisonada, sirviendo de bonita alfombra. Medio descompuesta, con las chaneles falsas rotas, me dirijo a una montaña de trapos de no se sabe quien, enfrentándome a tirones con las escardadas.
Carol con la cara desencajada y sujetándose las pieles, está mas perdida que Alicia en el mundo de Oz. Atrás quedaron las recepciones privadas en las tiendas más exclusivas de moda parisien, la copita de champán y el bocadito de caviar.
En medio del gentío diviso unos zapatos casi mágicos, que no se muy bien para que los quiero pero a la carrera como una galga y empujando a las estiradas contra el stand de Dior, ¡por fin son míos!, ¡la gran ganga!, tirados de precio, aprietan un poco pero para lucir hay que sufrir, y si la cosa promete terminarán en un cajón.
Carol: ¿Donde esta Puri?
Kuka: De rebajas con el guardia jurado, seguro que es de su talla.