domingo. 05.05.2024
LAS HISTORIAS DE KUKA

Capítulo LXXIII. Navidad

El camello se pinchó, con un cardo del camino, y el mecánico Melchor, le dio vino. Baltasar fue a repostar, más allá del quinto pino…, e intranquilo el gran Melchor, consultaba su ‘Longinos’.

kuka 2

- ¡No llegamos,
no llegamos y el Santo Parto ha venido!
-son las doce y tres minutos
y tres Reyes se han perdido-.

El camello cojeando
más medio muerto que vivo
va espeluchando su felpa
entre los troncos de olivos.

Acercándose a Gaspar
Melchor le dijo al oído:
- Vaya birria de camello
que en Oriente te han vendido.

A la entrada de Belén
al camello le dio hipo.
¡Ay qué tristeza tan grande
en su belfo y en su tipo!

Se iba cayendo la mirra
a lo largo del camino,
Baltasar lleva los cofres,
Melchor empuja al bicho.

Y a las tantas ya del alba
-ya cantaban pajarillos-
los tres Reyes se quedaron
boquiabiertos e indecisos,
oyendo hablar como a un Hombre
a un Niño recién nacido.

- No quiero oro ni incienso
ni esos tesoros tan fríos,
quiero al camello, le quiero.
Le quiero -repitió el Niño.

A pie vuelven los tres Reyes
cabizbajos y afligidos.

Mientras el camello echado
le hace cosquillas al Niño.

Desde el rincón más concurrido de la casa el horno echa humo, no sé si saldrá del mismo un pavo o un alien. Borracha como una cuba, os desea a todos una Navidad llena de unión y amor para todos los mortales, Kuka.

Capítulo LXXIII. Navidad