Reímos sin parar como hienas desconsoladas, escondiendo soledades, miedos y temores.
En 30 km a la redonda, chicas de mirada alegre, satisfacen las necesidades más perversas de nuestros maridos, los camellos llamarán a sus puertas para dejar el regalo, aunque no sea Reyes.
Si el oficio más antiguo del mundo sigue apaciguando a los maridos más desconsolados, y otros individuos, la humanidad desde el origen de los tiempos mentalmente está mutilada, a la mentira, al ego y a esconder muchas soledades.