lunes. 29.04.2024
LAS HISTORIAS DE KUKA

Capítulo XIX. Vintage

Hoy mi amiga Gloria ha venido a verme. Según ella, con una gran idea y cargada como una mula de trapos y enseres sacados del baúl de los recuerdos. Claro, con la que tenemos encima, ¡toca reciclar!

Gloria: No me mires con esa cara, que este abrigo ochentero, con un buen lazo y un cuello de perro que traigo por aquí te quedará a la última.

Kuka: No sé yo. Y estos pantalones imposibles de campana, ¿qué hacemos con ellos?

Gloria: Los acortamos por encima de la rodilla, dobladillo y ya está, tenemos una bonita pieza vintage.

Kuka: Vin ¿qué?

Gloria: Sí, el arte de ponerte algo viejo y que parezca muy pijo. Si alguien te pregunta: ¿y ese abrigo? Tú, para no dar explicaciones y quedar muy bien, le dices que es vintage y la gente cambia de algo hortera a algo novedoso y con estilo.

Kuka: Entonces, si compro pimientos en el mercadillo y llegando a casa me preguntan, digo que son pimientos verdes o pimientos verdes de la huerta de la abuela Luisa y quedo divinamente.

Gloria: Más o menos.

Kuka: No creo que sean tan tontas las vecinas.

Gloria: Hija ¿qué te crees, que todo lo que ves es a la última? Ahora no tenemos un duro y toca más que nunca agudizar el ingenio, y nos dormimos en los laureles. Si quieres ahorrar recicla lo que tienes y agudiza la imaginación, te mantendrá ocupada y no te dará por tomar té.

Kuka: Recuerdo aquella tienda de segunda mano, donde todo se podía comprar y recuperarlo para un buen apaño.

Gloria: ¿De dónde te crees que vestíamos los estudiantes y llenábamos los armarios? ¿De las franquicias? ¡Si no había!

Kuka: Recuerdo aquel poncho de colores chillones que llevabas. ¡Qué feo era.

Gloria: ¿Qué dices? Era una bonita pieza vintage.

A las dos horas salimos de casa hechas unos monstruos, con nuestro estilo reciclado, y me viene a la mente aquella película, Mujeres al borde de un ataque de nervios, cuando la loca que se quedó pillada en los sesenta se paseaba tan pancha por la calle. En la gran ciudad nadie te mira, pero en el pueblo ¡así no salgo ni muerta!

Gloria: Corren tiempos difíciles y con pronósticos peores. O nos ponemos las pilas y no desperdiciamos lo que tenemos o estamos perdidas.

Kuka: ¡Pues me veréis en cueros!

Como dos carocas nos quedamos mirando un lujoso escaparate, con artículos imposibles para nuestra economía y se nos escapa un suspiro. Malas, muy malas, volvemos a casa alicaídas, y yo dando gracias al chino de al lado por existir.

Gloria: ¿Y si cortamos estas garrafas de plástico y hacemos unas bonitas macetas para el balcón?

Kuka: Mira, sal y que no te vuelva a ver, que no tienes bastante con disfrazarme, que ahora quieres ponerme la casa como la de un perro flauta. ¿Qué será lo próximo? ¿Hacerme unas bonitas cortinas con los plásticos de un invernadero?

Si una loca con mucha pasta sale en la tele y dice que va de baúl y de cosas recicladas, vosotras no le hagáis ni caso.

Capítulo XIX. Vintage