Mientras, los medios hacen caja, con noticias más que suculentas para un pueblo hambriento, de novedades y justicia.
Los endiosados que vivían por encima de la ley han cambiado escenarios por los barrotes de una fría celda.
Los jueces en un alarde de dar ejemplo y demostrar que la justicia es igual para todos.
Claro que está por ver si se sigue con la norma y sacan de la recámara al duque y la princesa.
Días de reflexión, de datos escalofriantes de paro y hambruna, de caras altivas llenas de orgullo, dilatan el trabajo a golpe de billetes rosas, de nuestra efectiva justicia, y digo mas que eficiente, o decadente, pues en un tiempo no muy lejano veremos que no es igual para todos.
La reina de las batas de cola tiene tiempo para reflexionar sobre sus actos, y su vuelta como ave fénix, para seguir engordando sus arcas.
Para comer poco queda ya, pero entretenimiento y sedación para las masas que no falte, y así todos calladitos.