viernes. 19.04.2024
LEJOS DEL KM 200

Ángela Muñoz “Mis padres han tenido que introducirse en el maravilloso mundo de Whatsapp, Skype y Hangouts para poder decirle a su pobre hija del otro lado del mundo que se cuide y que sea feliz”

Ángela Muñoz Chicharro, estudiante de Bioquímica en la UCLM, tiene 20 años y es otra valdepeñera más que se encuentra lejos del km 200. Ángela, que actualmente se encuentra a 11.000 km de Valdepeñas, es una persona decidida y ambiciosa, razón por la cual decidió irse a Valparaiso (Chile) para continuar sus estudios universitarios. Desde advaldepeñas hemos querido saber qué tal le va al otro lado del charco.

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¿Qué te llevó a dejar de vivir en Valdepeñas?

Me fui de Valdepeñas a Toledo en 2012. Allí cursé los tres primeros años de Bioquímica en la UCLM. No sé si por suerte o por desgracia me fui más encaprichada de la ciudad que de la propia carrera. Toledo es inigualable.

Tres años después empecé a plantearme, más en broma que en serio, cruzar el charco para el último curso.

Una vez más el sueño se hizo realidad y aquí estoy, a 11.000 km en una de las ciudades más bonitas de Chile: Valparaiso.

¿Por qué elegiste la ciudad donde resides actualmente?

Mientras que Toledo era algo muy premeditado y deseado, Valparaiso fue mucho más improvisado. Quería irme a América Latina, ya que sabía que era una oportunidad irrepetible en la vida. El lugar me era indiferente.

Primero me planteé Argentina pero por convalidaciones de asignaturas finalmente elegí Chile.

¿Crees que fue una buena elección?

Me gusta pensar que el lugar es lo de menos. Vayas donde vayas habrá algo que ver, gente por conocer, etc. No obstante, Chile está siendo una elección impresionante. El cambio cultural, sobre todo al principio, es muy chocante.

A veces creemos que Latinoamérica no tiene nada que enseñarnos; creemos tener una sociedad mucho más avanzada por el mero hecho de vivir en Europa y la verdad es que tenemos mucho que aprender. De momento no he salido más allá de la región de Valparaiso, ya que hay mucho que ver aquí, pero te sorprendes al ver el compromiso social que hay en cosas que van desde el reciclaje, el veganismo, el mundo animal, hasta una huelga en defensa de la educación pública que tiene aún a la mayoría de las universidades Chilenas en paro desde hace más de dos meses (algo que en España, a pesar de la situación actual, no somos capaces de imaginar).

Pero si algo puedo resaltar con mayúsculas de los chilenos es su solidaridad. Desde el momento que pisamos Santiago de Chile el 12 de Julio fuimos arropados por ellos hasta el punto de sentirnos como en casa. Mencionar especialmente a Rodrigo y a Nadia por aquellos primeros y difíciles días en los que nos recogieron del aeropuerto, nos ayudaron a buscar piso, nos dejaron mantas, calefactores, y sobre todo, por esos panqueques que nos hicieron amar esta gastronomía desde el principio.

¿A qué te dedicas en tu nuevo lugar de residencia?

Buena pregunta. Como digo, Chile está sufriendo muchos cambios a nivel educativo, y cuando llegamos hace un mes con pretensiones de empezar el curso nos encontramos con un paro indefinido que podía hacernos incluso volver a casa.

De momento seguimos a la espera de noticias aunque parece que las diferentes facultades están empezando a retomar las clases.

De todos modos, cuentan con que, al ser extranjeros, tenemos vuelos de vuelta a finales de año y obviamente, para entonces, debemos haber terminado las materias y cerrado acta. Así nos han ofrecido empezar a trabajar desde este lunes en los laboratorios a los tres españoles que estamos en la facultad, lo que es una oportunidad increíble.

¿Cuál es tu rincón preferido de la ciudad?

Chile está organizado en regiones. Valparaiso se encuentra en la quinta y estas tres semanas las he aprovechado para conocerla. En tan solo media hora tienes para elegir entre playa, montaña, dunas, ríos, lagunas…

Valparaiso, patrimonio de la humanidad, es un lugar de contrastes. Es muy diferente a cualquier ciudad que puedas encontrar. Está construido en cerros, a los cuales puedes llegar por unos ascensores centenarios. No hay una calle sin un grafiti, ni una casa sin color. He tenido la suerte de poder venir con mi compañero de piso, carrera y batallas y de vez en cuando bromeamos con las famosas cuestas de Toledo, que son como una décima parte de lo que tenemos aquí en Valparaiso.

Creo que de momento no podría elegir un lugar preferido porque todos los rincones lo son un poco.

¿Qué es lo que más echas de menos de Valdepeñas?

Poder echar tanto de menos un lugar es un lujo. Saber que hay un sitio esperando siempre.

Echo de menos la escuela de música ‘Ignacio Morales Nieva’ la que prácticamente me vio crecer y a la que vuelvo siempre que puedo y me dejan. Echo de menos la banda de música ‘Maestro Ibañez’ la cual no solo me dio la oportunidad de no abandonar el Saxofón, sino que también me regaló a personas de esas especiales con las que ocurre magia cuando coincides.

De la mano de mi banda echo de menos a mi charanga ‘Los botamúsicos’ que me llevó al grupo de personas, de amigos, de prácticamente familia con la que compartía los pocos ratos que pasaba por el pueblo. Estoy segura de que personalizar está feo, básicamente porque siempre se olvida alguien en el tintero, pero muchas veces aquí tan lejos hace falta un abrazo de todos ellos. Echo de menos a los que no solo compartieron estos últimos años, sino la vida entera.

Y echo de menos, como todo el mundo en el planeta tierra, a mis padres, los cuales, aún reticentes a las nuevas tecnologías, han tenido que introducirse en el maravilloso mundo de Whatsapp, Skype y Hangouts para poder decirle a su pobre hija del otro lado del mundo que se cuide y que sea feliz.

Echo de menos la comida de casa (prometo que hay días en los que mataría por un cocido) y el olor a suavizante, pero sobre todo echo de menos a mi hermano pequeño y a su ya no tan inocente manera de hacerme reír en los mejores y en los peores días haciendo de todo esto una aventura mucho más amena.

¿Tienes la intención de volver algún día a Valdepeñas?

Viajar ensancha el alma de sobremanera pero Valdepeñas siempre será casa.  Y aunque no descarto pasar gran parte de esta etapa fuera (por no decir toda) me encantaría volver y poderle devolver parte de todo lo que me ha dado, ya sea en algún laboratorio, o como profesora Física y Química o Biología en algún instituto.

¿Qué piensa tu familia de tenerte tan lejos, te visita o vienes más tú a Valdepeñas?

A no ser que les toque el Euromillón dudo que pueda verles hasta Navidad, ya que Ryanair no llega a Chile. Siempre he dado y daré las gracias de tener unos padres que me han dejado tomar mis propias decisiones y que se han dejado la espalda y la vista para que pueda conseguir lo que me proponga. Supongo que a poca gente le gusta que un océano le separe de su hija y se que me echan tanto de menos como yo a ellos. Pero saben como yo que algo como esto no solo te abre puertas y ventanas al mundo, sino también la mente y eso es algo por lo que les estaré eternamente agradecida. 

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