Dichas charlas pretenden ofrecer a las madres lactantes y a su entorno la información contrastada y actualizada de acuerdo a las últimas evidencias científicas que les permita tener una lactancia exitosa y disfrutada.
Estos nuevos papás cada vez que acuden al pediatra tienen que evaluar si están alimentando correctamente a su hijo con las famosas gráficas de percentiles de peso y talla. En muchas ocasiones el hecho de no conocer el funcionamiento de dichas gráficas y la manera correcta de interpretarlas puede llevarlos a conclusiones erróneas y a preocupaciones innecesarias.
Desde Enlazados señalan que en la reunión "no hemos pretendido en ningún momento enseñar a las madres a interpretar las gráficas de peso, porque eso es cosa de profesionales. Simplemente hemos hablado de cómo es normal que los niños suban y bajen de percentil durante los primeros tres años de vida (es decir, que tengan rachas de engordar más deprisa o más despacio o mantenerse en un peso un tiempito)".
Según este grupo de lactancia corresponde a los profesionales valorar cuándo un descenso de percentil, que no de peso, durante un período largo de tiempo no significa un problema de salud, y cuando sí podría serlo y por tanto requiere una observación más cuidadosa de la criatura.
En la reunión se hizo hincapié en que bajar de percentil prácticamente nunca significa que el bebé haya perdido peso.
"La experiencia nos dice que a menudo los profesionales proponen la famosa "ayudita" de biberón no ante una necesidad real del bebé, sino ante la actitud preocupada de la madre, que reacciona ante las palabras "bajada de percentil" con angustia e inquietud, como si ello significase que su hijo no se está alimentando bien o estuviese perdiendo peso", explicó Enlazados.
Igualmente, creen que la mejor forma de tranquilizar a una madre, y hay profesionales que lo hacen, es explicándole, con información veraz y actualizada, qué es normal en la evolución del peso, cómo hacer para optimizar su lactancia, y asegurándole que es perfectamente capaz, si quiere, de alimentar a su bebé dándole el pecho.
Recomendaciones a tener en cuenta
Las gráficas no son “caminitos” que cada bebé deba seguir, sólo representaciones de valores estadísticos medios, que es imposible que un niño siga exactamente, pues representan a todos los niños de una población (alimentados con pecho y biberón)
Cada niño va dibujando día a día su propio “caminito” de peso, único e irrepetible.
Las gráficas con que se comparan son simplemente una referencia para saber cuándo es realmente necesario observar más de cerca a un bebé o niño por si hubiera algo anormal.
Las gráficas de peso y talla se elaboran sólo sobre niños sanos, por tanto hay que saber corregir estas gráficas en niños enfermos y prematuros.
A partir de más o menos los 4 añosde edad es cuando los niños (da igual si tomaron pecho o biberón o ambos) empiezan a mantenerse en un percentil determinado.
Hasta entonces, su gráfica de peso cruza una o dos rayas hacia arriba o hacia abajo varias veces a lo largo de su desarrollo.
Bajar de percentil un bebé normalmente significa que sigue engordando, sólo que más despacio que engordaba cuando se le pesó la última vez.
Que un bebé pierda peso no ocurre casi nunca (excepto en un recién nacido). Los primeros días, todos los bebés pierden peso, ya tomen pecho o biberón: entre seis y ocho bebés de cada cien pierden hasta un 10%-12%, y algunos de gran peso al nacer pierden hasta un 14%-15%. Esta pérdida normal de peso (pérdida fisiológica) se suele recuperar alrededor de 15 días después de nacer, aunque algunos bebés tardan tres o cuatro días más. Durante estos días es importante que observemos que el bebé moja los pañales 5 o 6 veces al día, que hace cacas frecuentes y blandas; y si fuera necesario, despertarlo para que haga como mínimo 8 tomasdiarias. Es un indicativo del inicio de la recuperación de peso cuando el bebé cambia el color de las cacas de verdoso a amarillento. Cuanto más mame el bebé, más estimulará el pecho y más leche producirá éste.
