Los profesionales de la educación, orientadores y profesores, recomiendan a los padres la visita a un profesional por diversos motivos: dificultades en la socialización, excesiva timidez, comportamientos inadecuados o extraños, rituales, bajo rendimiento académico, etc. No nos asustemos. A veces es bueno acudir al psicólogo y consultar nuestras preocupaciones ya que si dejamos pasar el tiempo, éstas pueden tornarse más complicadas.
Esto no nos convierte en peores padres, al contrario. El hecho de darnos cuenta que nuestros hijos necesitan ayuda, nos convierte en padres atentos, capaces de darse cuenta de las necesidades de sus hijos y atenderlas. Esto también se lo enseñamos a nuestros hijos; les transmitimos que nos preocupamos y estamos dispuestos a ayudarles, y que si no tenemos todas las respuestas, podemos pedir ayuda.
Acudir a un profesional puede brindarnos la oportunidad de ofrecer a nuestro hijo un espacio exclusivo, en el que poder abordar sus dificultades de forma individualizada. Brindamos a nuestro hijo un lugar de diversión, de expresión de sentimientos, en el que no se le forzará a hacer algo que no quiera. La inteligencia emocional es tan importante como sus clases particulares, el deporte o la escuela, y posibilitamos a nuestro hijo un espacio en el que poder trabajarla. Así mismo, el psicólogo le enseñará herramientas a tu hijo para poder afrontar situaciones que le resultan difíciles en su día a día.
El psicólogo no cambiará aquello que no queremos cambiar. Simplemente nos acompañará en el crecimiento de nuestro hijo, y en el nuestro propio. Porque también nos orienta como padres, y nos dará pautas de cómo podemos ayudarle en casa. No olvidemos que los padres son lo más importante para un niño, y la sensación que nos aporta sentirnos respaldados por un profesional, repercute en nuestro comportamiento, favoreciendo el crecimiento y desarrollo emocional de nuestros hijos.
Los padres nos preocupamos por nuestros hijos, y cuidarle y darles todo lo necesario, entra dentro de nuestros deseos. A veces nos recomiendan la toma de medicación como un bien necesario. Está bien poder apoyarse en la terapia, confiando en lo que puede aportarles la relación además de la medicación. La parte psicológica y emocional es importante, y se aborda desde la relación psicoterapeútica.
Los psicólogos nos ocupamos de las personas, grandes y pequeñas, posibilitándoles crecer y atender sus necesidades con el fin de hacer nuestra vida más fácil y más feliz.
