Es entonces cuando salen en nuestra ayuda esos productos maravillosos que son los autobronceadores. Unos cosméticos que si bien hace unos años estaban denostados por el color artificial que dejaban en la piel o por su fuerte olor, hoy en día sucede todo lo contrario.
En el mercado existe una gran variedad de este tipo de productos, en gel, crema, espuma o spray, que dejan un halo dorado en la piel, con gran naturalidad, y nos ayuda a mantener el bronceado que hemos cogido durante el verano.
Lo que tenemos que tener en cuenta en todo momento es que nuestro tono de bronceado ha de ser uniforme en todo el cuerpo y que su efecto sea muy natural. Las últimas novedades en este tipo de cosméticos contienen partículas que recrean el color de la melanina, logrando un color nada artificial.
Y para lograr unos buenos resultados, tenemos que exfoliar bien la piel un día de antes de aplicar el producto. Algunos de ellos basta que nos demos una sola pasada, pero hay otros que su efecto es paulatino y debemos utilizarlo todos los días hasta lograr el color deseado.
Un buen complemento a las cremas son las cápsulas solares, que intensifican y prologan el bronceado, al mismo tiempo que estimulan la producción natural de melanina y sirven como escudo fotoprotector, evitando así el envejecimiento celular de la piel.
