sábado. 27.04.2024

Con la práctica de ser plenamente conscientes de nuestros movimientos profundizamos en nuestra mente y en nuestro cuerpo y nos damos cuenta de cómo el movimiento surge y cesa continuamente.

También vemos cómo la intención afecta a todo movimiento. Nos damos cuenta que nos movemos porque así lo queremos, que una intención precede a cada movimiento. Llegamos así a entender la condicionalidad de todos los sucesos; los movimientos nunca ocurren por ellos mismos, sin condiciones, siempre suceden por una causa.

Somos, tambien, nuestro cuerpo. Este es el vehículo que nos permite sentir, percibir y experimentar nuestra vida, dándonos acceso directo a nuestra individualidad y nuestra identidad real, más allá de lo que nos explicamos con nuestra mente.

Debido a múltples condicionamientos, nos hemos disociado de él como si fuera un organismo ajeno e independiente. La atención al movimiento nos ayuda a volver a casa, a retomar el contacto con nosotros mismos y volvernos a maravillar con el milagro que somos. Nuestro cuerpo es la fuente de información dirercta para saber qué nos pasa, como estamos aquí y ahora, así como la fuente de nuestra vivencias del pasado, registradas tambien en él.

Consciencia en el movimiento y Meditación Transpersonal