Si. Es posible comer entre horas y mantener el peso. Además de tener un buen plan nutricional en función de nuestra vida diaria, actividades, necesidades y realizar ejercicio físico de manera regular siguiendo estas pautas podrás hacerlo:
- Si comemos fuera de horas tenemos que recordar que no equivale a ninguna comida principal y por lo tanto no la sustituye. La cantidad tiene que ser la mínima posible, es decir, que lo que comamos nos quite el hambre pero no se produzca un atracón.
- Elegir productos vendidos como “light” o bajos en calorías no sirve para poder comer más, un abuso de estos aumenta el peso igual que cualquier otro alimento.
- Se listo/a, si tienes hambre escoge alimentos de buena calidad y huye de las “calorías vacías”: refrescos, bollería, chucherías… sólo nos aportan un exceso de energía sin ningún valor nutricional.
- Hay que tener especial cuidado con productos como las patatas fritas y “snacks” de bolsa, proporcionan gran cantidad de calorías además de grasas saturadas, acompañando a un progresivo aumento de peso.
- Precaución con el alcohol, licores y combinados que junto con los azúcares que acompañan la bebida son excesivamente calóricos.
- Los frutos secos tienen grandes propiedades pero son muy energéticos. Se desaconseja su consumo entre horas, así como los preparados fritos con sal. Igualmente ocurre con la bollería industrial: galletas, barritas de cereales, muffins y derivados.
- El mejor picoteo saludable pueden ser los encurtidos: los pepinillos, bajos en calorías, ya que al ser duros y tener que masticarlos producen mayor sensación de saciedad, las aceitunas (son unas 47 calorías por cinco unidades). En la misma línea saludable incluimos fiambres magros, como el jamón de york, pavo y jamón serrano.
- Y como tapa estrella de nuestros bares y terrazas, un pincho de jamón serrano con tomate aliñado, y a disfrutar cuidándose.
