viernes. 19.04.2024

¿Eres vidente?

En realidad me gusta decir que soy una persona que ayuda a otras en el crecimiento personal y en su desarrollo espiritual.

¿Y por qué siendo Periodista, con un trabajo que muchos ya quisieran, de pronto te dedicas a esto?

Me dedico a ello porque en una vida caben muchas vidas. Tenía un trabajo muy bueno en una multinacional, donde trabajaba en el mundo del marketing, de los estudios de mercados y viajaba mucho, llevaba un ritmo muy fuerte, pero no acababa de encontrar mi sitio, siempre me parecía que la vida me empujaba y que lo que me ponía delante lo aceptaba, no era capaz de bajarme. Me quedé embarazada y ya no tuve más remedio que cambiar la vida, cambiarlo todo. La maternidad te vuelve del revés, te cambia el chip, te abre caminos que antes no habías transitado.

¿Y cuándo te das cuenta que puedes ver a personas que ya han muerto?

De pequeña ya tuve alguna experiencia en ese sentido, ya sabes, lo del amigo invisible y esas cosas que les decimos a los niños que son tonterías. Después durante el embarazo comencé a ver personas que ya no tenían un cuerpo físico, llámalo espíritus, entidades, personas de otra dimensión. Creo que todos tenemos ese potencial pero como no nos ayudan a desarrollarlo, lo vamos perdiendo. Me hablaban e incluso iba por la carretera y no veía nada más que muertos en plan accidentes, ahorcados, personas que habían muerto. Eso es muy duro, creía que me estaba volviendo loca, pensé: “me estoy desequilibrando”. No era capaz de distinguir a un vivo de un muerto. Una vez iba con una amiga en un coche y le digo: “Cuidado con ese señor que va por ahí, que lo vas a atropellar”. Mi amiga me dice: “Pero de que señor me hablas, sino hay nadie”… Pues yo estaba viendo un señor con un traje de pana de los años 50, deambulando por la carretera.

¿Y fuiste a terapia?

Si, para dejar de ver esas cosas y equilibrarme, no quería ir por ese camino, pero el destino o lo que tú has elegido, me cambió. En la terapia me decían que no dijera nada de esto porque me iban a tomar por loca. Tenemos una misión que cumplir y después nos vamos y si en esta vida no la cumplimos, por lo que sea, tenemos para la siguiente.

¿Crees en la Reencarnación?

Creo en la Reencarnación. El momento de venir, los padres, el lugar, la familia, las circunstancias, lo elegimos nosotros, para que nos sea propicio el ambiente y vivir lo que tenemos que vivir y atravesar lo que tenemos que atravesar. Hace tres años me hablas de esto y te digo que no creo en nada, que era atea, agnóstica y pensaba que cuando morimos se acaba todo.

¿Y qué fue exactamente lo que te hizo cambiar?

Pues tuvo que pasar que mi hijo se pusiera muy enfermo, a punto de morirse. Cuando te ves en la sala de urgencias pensando: “A lo mejor mañana ya no está”, te enfrentas al trabajo de tu vida. La maternidad ha sido la experiencia más radical, en lo positivo y en lo difícil, en lo profundo y lo trascendente. El momento en el que una madre se plantea enfrentarse a la muerte de su hijo, es un trabajo que he estado aceptando durante dos años, para a su vez aceptar que los hijos se tienen que ir, que son almas que se han reencarnado y tienen su plan de vida, su momento para morir y no tenemos nada más que aceptarlo. Es lógico y humano que una madre se centre en salvar a su hijo, pero también hay que asumir que cada uno tiene su momento y ese momento ni lo vas a adelantar, ni lo vas a retrasar. Algo ahí se abrió en mi y hay un antes y un después. Mi hijo es mi maestro, todo lo importante me lo ha enseñado él.

Vivías en Mallorca ¿Por qué te vienes a Valdepeñas?

Unas vacaciones me di cuenta que aquí hacia más falta, aquí hay mucha oscuridad. No sé qué pasa geológicamente en Valdepeñas, que noto una energía muy baja. La percibo como metida en un hoyo oscuro y mucha energía de muerte. Hay quién viene a pedirme ayuda porque creen que le están haciendo magia negra. Hay mucho mal de ojo. Aquí se necesitan personas que tengan mucha luz, porque no deja de ser la lucha entre la oscuridad y la luz.

¿Qué piensan los psicólogos de vosotros?

Creo que en los últimos años la psicología ha avanzado mucho y van teniendo más en cuenta lo espiritual y al final es una parte de nosotros que se nos olvida. Igual que está lo físico, lo mental, pues también está el otro cuarto que es lo espiritual. A mi consulta han venido psicólogos para que les haga algún trabajo, nos podemos complementar.

¿Tienes aceptación?

Si. La gente está viniendo, eso significa que tienes credibilidad. Saben que lo que les ocurre o lo que me cuentan yo no se lo voy a contar a nadie, hay una confidencialidad, además no voy a juzgar a nadie porque sé que lo me cuenta es cierto. Además, ven que soy una persona normal, comunicativa, abierta y procuro darles una visión de que todo se hace por algo y que todo es positivo, en la medida que te ayuda a avanzar. Estamos acostumbrados a que nos juzguen y a sentirnos culpables y cuando alguien te entiende te sientes más relajado y todo se queda aquí.

¿El espíritu está relacionado con el alma?

Creo que el alma es nuestro ser superior, que va decidiendo que tiene que hacer para avanzar y en algunos momentos será encarnarse en un cuerpo físico y en otros será quedarse de forma etérea ayudando en otras tareas, en otro plano, que es real, pero no físico. Tú puedes estar un tiempo en un cuerpo físico, luego en un cuerpo astral o también reencarnarte. Creo que cuando acabas una vida, vas a una zona, llámalo paraíso, cielo, un espacio de luz y ahí estas un tiempo y decides que vas a hacer a continuación, primero incorporas la experiencia y la sabiduría que has recogido en la vida física y que no has tenido tiempo de asimilar y luego lo vas viendo todo, de hecho hay espacios intermedios, que desde la Iglesia se les llama purgatorio. No con ese enfoque de culpa, en el que necesitas purgar lo que has hecho, para rectificar y ver como eso que tú has hecho ha repercutido en tu vida y en la de otras personas.

¿Por qué dicen que hay personas que no avanzan, que mueren y no se van?

Porque no asumen que están muertas, porque no saben que lo están. Hay factores que inciden en ello, por ejemplo, si la muerte es repentina la mayoría de las veces uno no es consciente de su muerte, no hay conciencia de ello y se queda. Y es cuando yo les ayudo a llegar, se hace una regresión a una persona que ya está muerta, lo llevas al último momento en que estaban vivos y tiene que revivir ese instante de la muerte. También hay quién siendo consciente de ello, se queda porque tiene cosas pendientes o por apego a las personas que están aquí. Y se da el caso de personas que se van y vuelven en momentos determinados para ayudar a sus seres queridos, pero esas son las que están en planos muy superiores.

¿Haces regresiones con los vivos?

Si. Desbloqueamos temas de otras vidas, el miedo a la muerte también y la persona se siente mejor, más descargada. En este sentido, hemos avanzando mucho, porque ahora ya no hay que aislar tanto a la persona, como antes se hacía.

¿Existen los ángeles y realmente tienen alas o es un mito?

Sí, existen y tiene alas, y yo los he visto, de hecho trabajo con el arcángel Miguel, porque con su espada y su luz iba contra lo oscuro, contra seres que están en la oscuridad y a los que hay que intentar salvar y si no puedes con ellos, pues los quitas de en medio, cortándoles la cabeza, de ahí que yo trabaje con este arcángel. Así ayudas a la persona a la que está machacando, aunque bien es cierto que no a todo el mundo puedes ayudar a llegar a la luz.

 

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