lunes. 29.04.2024

Afecta a más del 20% de la población y, aunque no es una enfermedad grave, provoca un sinfín de molestias durante esta estación.

Entre los síntomas que podemos destacar están el pciro nasal y conjuntival, el lagrimeo, enrojecimiento conjuntival y fotofobia, rinorrea con abundante mucosidad nasal, estornudos y tos alta e irritativa, congestión nasal, broncoespasmo, sibilancias respiratorias y disnea.

El diagnóstico debe ser confirmado por el neumólogo o el alergólogo, basándose en la estacionalidad del proceso, los síntomas clínicos y las pruebas alérgicas a través de pricks (tests) cutáneos.

¿Qué podemos hacer para intentar prevenirla?

- Conocer el tipo de polen al que uno es alérgico y saber la época de floración.

- Evitar actividades al aire libre en los días de mayor intensidad.

- Recordar que los días ventosos y con sol aumenta la concentración de pólenes.

- Al aire libre, usar gafas de sol con cristales envolventes.

- Evitar viajes o realizarlos con las ventanillas del coche cerradas.

- Mantener las ventanas de casa cerradas.

- Utilizar filtros eficaces en los aparatos del aire acondicionado.

- Lavar bien las verduras y frutas de la dieta alimenticia.

- Si los síntomas son muy intensos, traslado temporal de residencia a zonas de menor polinización.

Para realizar un buen tratamiento de las alergias es necesario evitar el contacto con la sustancia que desencadena la reacción alérgica del organismo es la medida más eficaz. Cuando esto no es posible, los medicamentos antihistamínicos, los corticoides y los broncodilatadores son medicamentos sintomáticos muy eficaces.

En el caso de la alergia al polen, existen tratamientos desensibilizantes a través de vacunas puestas con anterioridad a la época de polinización, que son muy eficaces para evitar su aparición y mejorar los síntomas.

¿Cómo sobrellevar las alergias primaverales?